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Mary Keitany, una atleta de élite keniana reconocida a nivel internacional y ganadora de siete grandes maratones durante 2011 y 2018, ha ayudado a destapar casos de abusos sexuales, coacción y otro tipo de violencia ejercida contra varias deportistas, principalmente africanas, dentro del atletismo, entre los que también se incluye ella. Estos casos salieron a la luz gracias a una investigación periodística realizada por la Radio Sueca SR.
El grupo de periodistas llevaba tiempo trabajando en la investigación de casos de violencia de género dentro del atletismo de élite, presentando varios de estos en su podcast en diferentes capítulos. El primero de ellos estuvo centrado en el caso de Agnes Tirop, una deportista keniana que fue asesinada presuntamente por quien fue su marido y entrenador. En la última entrega, se han centrado en los casos de abusos sexuales a más de una deportista.
Violencia de género, abusos sexuales y coacción
"Me solían decir 'Mary, sabes que si quieres ir al extranjero tienes que pasar tal o cual etapa', y yo les decía que no", afirma Mary Keitany en la entrevista que concedió a la Radio Sueca. Unas palabras que dejan entrever el tipo de coacción a la que sometían a esta deportista. En la entrevista se le preguntó sobre qué creía ella qué buscaban estos hombres, a lo que ella respondió con rotundidad que: "Por supuesto sexo, nada más. Eso es todo".
De esta forma la atleta se refería a los abusos sexuales y de poder a los que se veía sometida si quería tener la oportunidad de avanzar en su carrera participando en campeonatos internacionales, como la gran Maratón de Nueva York por la que se colgó alguna medalla, o la maratón femenina de Londres, de la que aún mantiene el récord de tiempo. Pero más allá de dar un duro testimonio sobre la situación a la que se vio sometida, también denunció las circunstancias de otras deportistas.
Keitany aseguró que tuvo apoyos a su alrededor que le sirvieron como protección para evitar que estos abusos se agravasen, pero esta no fue la suerte que corrieron otras atletas como ella. "Están realmente sufriendo", comentó durante la entrevista, en la que aseguró que los abusos sexuales como moneda de cambio eran un requisito generalizado para las atletas que querían demostrar sus capacidades en las carreras internacionales.
Miedo y silencio
Como en muchos otros casos, situaciones de violencia de género como los abusos sexuales o la coacción, no llegan a denunciarse de forma pública hasta mucho tiempo después debido al miedo a las represalias que pueden llegar a sufrir las víctimas. Durante la investigación de la Radio Sueca, encontraron diferentes testimonios de mujeres que se habían visto envueltas en estas situaciones, pero que se negaban a dar sus nombres por temor.
Sin embargo, consiguieron que estos testimonios llegasen a la Unidad de Integridad del Atletismo, dedicada a investigar conductas alejadas de los valores de este deporte. De esta forma, Brett Clothier, jefe de la organización admitió que la organización no ha priorizado en esta situación y reconoció la existencia de estos abusos sexuales y coacciones. Pero no llegó a realizar ningún compromiso en firme, aunque sí señaló que "estamos decididos a avanzar en esa dirección".
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