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Las consecuencias de la guerra, la pobreza y el hambre están dejando un panorama desolador en Yemen, donde más de la mitad de la población padece hambre aguda.. A partir de enero, la agencia alimentaria de la ONU entregará solo la mitad de la ración mínima diaria a las familias y si no consigue recursos urgentes tendrá que hacer más recortes. El país, sumido en una guerra civil desde 2014, precisa 1900 millones de dólares para brindar ayuda vital a la población al borde de la hambruna en 2022, según informa la ONU.
En los últimos tres meses, el consumo insuficiente de alimentos ha afectado de forma creciente a la mitad de las familias en Yemen. Los precios de la comida se han más que duplicado en gran parte del país este año, empujando cada vez a más población a depender de la asistencia humanitaria.
Por si fuera poco, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió que tendrá que recortar las raciones de víveres que entrega a trece millones de personas en Yemen. Según un comunicado de la agencia recogido por Noticias ONU, a partir de enero, ocho millones recibirán una ración de alimentos reducida, mientras que cinco millones en riesgo inmediato de caer en condiciones de hambruna seguirán con una ración completa. En suma, las familias recibirán apenas la mitad de la ración mínima diaria del PMA al inicio de 2022.
La economía y los alimentos de Yemen están al borde del colapso
Mientras tanto, la devaluación de la moneda y la hiperinflación han puesto a la economía del país al borde del colapso y la lucha en múltiples frentes continúa obligando a las familias a huir. La directora regional del PMA para Medio Oriente y África del Norte dijo que la medida no pudo haber llegado en peor momento para las familias que dependen enteramente de la ayuda humanitaria para sobrevivir.
El PMA indica que, de no recibir fondos urgentes, tendrá que hacer reducciones más severas. Además, del reparto de víveres, la dependencia de la ONU tendría que disminuir los tratamientos de desnutrición y la alimentación escolar de los niños en un país donde 16,2 millones de personas (más de la mitad de la población) están en riesgo de desnutrición.
"El pueblo yemenita es ahora más vulnerable que nunca, se tambalea a causa de un conflicto implacable y una crisis económica cada vez más profunda que ha llevado a millones de personas a la indigencia”, lamenta en Noticias ONU la directora regional del PMA para Medio Oriente y África del Norte, Corinne Fleischer.
En esta línea, detalla que el PMA precisa de 813 millones de dólares para continuar socorriendo a la población más vulnerable en Yemen hasta mayo y subraya que los operativos para brindar asistencia alimentaria vital a las familias al borde de la hambruna en todo 2022 costarían 1970 millones de dólares. Según un informe de Unicef, un niño muere en Yemen cada diez segundos por causas evitables, como la desnutrición y enfermedades que se pueden combatir con vacunas.
“Las existencias de alimentos del PMA en Yemen se están agotando peligrosamente en un momento en el que los presupuestos para las crisis humanitarias en todo el mundo están al límite. Necesitamos desesperadamente que los donantes trabajen generosamente con nosotros para evitar esta catástrofe inminente”, recalca.
Existen múltiples líneas de donación abiertas para asistir a la población yemení, entre las que se encuentran las de ONGs como Solidarios sin fronteras, Save The Children, ACNUR y Médicos sin Fronteras, que brinda apoyo en un hospital de la localidad de Abs. "Estamos desbordados a causa del enorme desplazamiento de personas que se ha producido y a la fragilidad extrema del sistema de salud". El fin de la pobreza es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU en su Agenda 2030, una meta que peligra ante situaciones extremas como la que viven en Yemen.
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