Las 10 frases de Frida Kahlo, icono atemporal del feminismo

Frida Kahlo fue una pintora remarcable. Sus retratos aun hoy siguen dando la vuelta al mundo como estandarte de una idea, de un espíritu.

La esencia de Frida Kahlo trasciende a su arte ya que, además de ser una artista excelente, fue un símbolo de fuerza y determinación durante toda su vida. Por eso hoy en día, a pesar del tiempo pasado, su figura sigue deslumbrando, y sus frases siguen resonando en las mentes de aquellos que se identifican con su carismática personalidad.

La vida de Frida Kahlo, independiente y exitosa, es un símbolo del feminismo actual ya que representa lo que muchas mujeres reivindican.

Desde GNDiario queremos compartir sus frases. Partes diminutas que de su experiencia vital en las que consiguió condensar su espíritu, su sabiduría y sus vivencias.

10 frases de Frida Khalo que pasaron a la historia

• “Pies, para qué los quiero, si tengo alas para volar”.
• “Enamórate de ti, de la vida. Y luego de quien tú quieras”.
• “Cada tic-tac es un segundo de la vida que pasa, huye y no se repite. Y hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que el problema es sólo saberla vivir. Que cada uno lo resuelva como pueda”.
• “Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior”.
• “Tenemos que ser honestas, nosotras las mujeres no podemos vivir sin dolor”.
• “Donde no puedas amar, no te demores”.
• “Al final del día, podemos aguantar mucho más de lo que pensamos que podemos”.
• “Hay algunos que nacen con estrella y otros estrellados, y aunque tú no lo quieras crees, yo soy de las estrelladísimas”.
• “La belleza y la fealdad son un espejismo, porque los demás terminan viendo siempre nuestro interior”.
• “Todo puede tener belleza, aún lo más horrible”.

Frida, la artista más allá de las frases

Frida Kahlo nació un 6 de julio de 1907 y falleció un 13, también de julio, de 1954 en la ciudad de Coyoacán, México. Podríamos decir que julio es el mes de Frida, una de las artistas más importantes de su época y lo sigue siendo en la nuestra.

Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, así era su nombre completo, llegó al mundo en 1907. Pero a ella le gustaba decir que había nacido en 1910, año en el que comenzó la Revolución Mexicana, en la que los campesinos se levantaron contra la dictadura de Porfirio Díaz.

Como Picasso y Marcel Duchamp, su popularidad en el mundo nace a partir de los años 70 cuando se inaugura  una exposición que viaja por Europa con obras de ella y Tina Modotti; a partir de ahí la figura de la artista comienza a tomar fuerza y a ser utilizada como símbolo para el feminismo.

El arte y la salud marcaron su vida

El arte fue parte de Frida desde muy pequeña. Su padre era fotógrafo y además le gustaba pintar paisajes. Cuando Frida comenzó a dibujar, tomó mucho de lo aprendido con su padre, como por ejemplo la mirada de los rostros o la manera de utilizar los colores.

A los seis años sufrió de una enfermedad que hizo que una de sus piernas crecieran más que la otra y si eso no fuese poco, tuvo un accidente en el cual se fracturó la columna. Fue en esos interminables meses en cama, cuando su madre le llevó el equipo de pintura de su padre, le colgó un espejo en el techo y Frida comenzó a pintar marcando el rumbo de la historia del arte.

Un dato poco conocido es que Frida fue una de las pocas mujeres que aprobó un examen muy difícil para cursar sus estudios en secundaria. Solo eran 35 mujeres entre 2.000 varones, ya que en esa época se priorizaba la educación de ellos.

Hasta sus últimos días Frida apoyó y acompañó a las luchas populares. Militó en el Partido Comunista y fue activista de izquierdas. Igualmente, defendió la causa de las personas indígenas en México y como parte de su sentimiento nacional, recuperó en su obra símbolos y tradiciones de México. Estando ya muy enferma se la vio marchando junto a los trabajadores que reclamaban mejores sueldos. Por eso recordamos a esta mujer que es símbolo de lucha.

Frida Kahlo, con sus cejas prominentes y su sombra de bigote, se encargó de hacer de su imagen un reflejo de su obra, su cultura y sus raíces, lejos de la iconografía que hacían los hombres sobre las mujeres.