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Siria es considerada como una de las cunas de la civilización. Un territorio de desarrollo y de importancia geopolítica para el Imperio Persa, que ha dejado importantes huellas en su arquitectura, cultura y arte. Su capital, Damasco, es considerada como la ciudad más antigua del mundo, ya que en ella se han encontrado los restos de las construcciones de las primeras casas, el nacimiento de las primeras religiones y el más antiguo de los patrimonios lingüísticos.
Esto ha convertido a Damasco en una de las ciudades con un peso muy especial en la política y la sociedad árabe. Sin embargo, Siria ha estado atravesando uno de sus momentos más convulsos de la etapa contemporánea. Tras el inicio de la guerra civil en 2011, alentada por el impulso de las Primaveras árabes, un movimiento social y reivindicativo que sublevó a la sociedad en contra de gobiernos autoritarios y oligarcas en los países árabes, ha dejado el país debilitado.
Siria busca reactivar su turismo, a pesar de una guerra enquistada
La guerra civil de Siria ha llegado a un punto de enquistamiento, en el que el saldo de las vidas humanas se cuenta por miles, al igual que los que aún permanecen en campos de refugiados o en el exilio en diferentes países del mundo. Sin embargo, la derrota del brazo sirio del Estado Islámico, ha traído cierta estabilidad, y sobre todo, se han conseguido recuperar enclaves culturales como las ruinas de Palmira, una perla en el corazón del desierto cuya relevancia histórica es incalculable.
De esta manera, desde el actual estado sirio, se esta buscando reactivar el turismo en el país tras estos años de grandes dificultades para el sector. Así lo han hecho ver en su presentación en la Feria Internacional del Turismo (Fitur), celebrada en Madrid recientemente. Un amplio estand con un escaparate más que vistoso de todo lo que Siria puede ofrecer a nivel cultural e histórico, con operadores de viaje locales que organizan tu visita para asegurarte una estancia segura.
Las contradicciones de la cuna de la civilización
Cualquiera que se haya planteado visitar Siria puede encontrarse con catálogos y panfletos con los que quedarse maravillado con todo aquello que este país tiene para ofrecer. No solo a nivel histórico, sino también de paisajes increíbles al borde del mediterráneo o en el corazón del desierto, o una experiencia única de gastronomía y arte. Al fin y al cabo, no deja de ser una zona abundante y única, que siempre ha llamado el interés de muchos y en más de un sentido.
Y es precisamente esta riqueza la que ha generado una contradicción amplia en Siria. Mientras el actual gobierno de Bashar al Assad acumula 12 años de guerra civil, cuyo fin se ha perdido en el horizonte y tiene a miles de personas sirias malviviendo fuera de sus fronteras, buscan reactivar un sector turístico que contrasta con "la crisis humanitaria, política, económica, militar y de seguridad", según el representante especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, en la que pueblo sirio continua atrapado.
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