El militar reconoció que la noche anterior había participado en la celebración de un cumpleaños que se alargó hasta altas horas de la madrugada, pero que nunca incumplió sus labores profesionales y mucho menos consumió alcohol estando de servicio.
Dos días de arresto como sanción
La sanción quedó en dos días de arresto. Sin embargo, el capitán no quedó conforme, preocupado por que quedara una mancha en su expediente tras casi cuatro décadas de servicio al Ejército. Y recurrió a la Justicia militar su expediente disciplinario.
Ante el recurso, la asesoría jurídica de la dirección de acuartelamiento secundó la decisión de los mandos y mantuvo que "ha quedado acreditado" que el militar se encontraba bajo los efectos del alcohol y que por tanto la sanción estaba "plenamente motivada".
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