Lectura fácil
La organización Human Rights Watch (HRW) ha alertado recientemente de los altos niveles de violencia y acoso escolar que sufren las niñas y niños con discapacidad, menores refugiados y los estudiantes LGBT.
La violencia y el acoso escolar que viven los niños con discapacidad
Según una investigación sobre las barreras a la educación que ha llevado a cabo HRW en más de 15 países, se ha descubierto que los niños, niñas y los jóvenes experimentan muchas formas de violencia de género en el ámbito escolar.
Los estudiantes a menudo reportan castigos corporales, explotación sexual, abuso y acoso, violencia física e intimidación y los docentes y funcionarios escolares, así como otros estudiantes, son con frecuencia responsables de estos abusos, según ha apuntado la organización.
HRW ha destacado que son aún muchos los gobiernos que todavía no prohíben el castigo corporal y están rezagados en la protección de los estudiantes contra la violencia sexual, el acoso escolar y la violencia en el ámbito educativo.
"Es indignante que los estudiantes de muchos países sufran violencia grave en la escuela"
Elin Martínez, investigadora sénior de derechos del niño de Human Rights Watch, ha afirmado que "es indignante que los estudiantes de muchos países sufran violencia grave en la escuela que puede marcarles para el resto de sus vidas".
Ante esta realidad, la organización ha reclamado a los gobiernos adoptar con urgencia políticas nacionales vinculantes que garanticen la protección de los estudiantes en las escuelas y los espacios en línea.
Asimismo, aquellos que ya cuentan con políticas deben asegurarse de que "incluyan protecciones para los niños que son particularmente propensos a sufrir abusos, incluidas las niñas, los estudiantes LGBT y los menores con discapacidades".
Brindar apoyo inmediato a los estudiantes que están amenazados
A su juicio, las escuelas deben tener orientadores, maestros o funcionarios escolares accesibles y confidenciales que actúen como puntos focales de protección infantil y que estén disponibles para brindar apoyo inmediato a los estudiantes que están amenazados o han sido víctima de abuso.
Asimismo, consideran que las escuelas deberían conectarse con los centros de salud y protección infantil locales para garantizar que los niños, niñas y adolescentes que han sufrido abusos sean escuchados adecuadamente y remitidos a los servicios de salud y de salud sexual y reproductiva adecuados, entre ellos la anticoncepción de emergencia y el aborto cuando sea necesario.
HRW también cree que los gobiernos deben garantizar que las escuelas proporcionen educación sexual obligatoria, científicamente precisa y apropiada para la edad.
Evaluación continuada del impacto de las medidas y los recursos
Por otra parte, el sindicato Comisiones Obreras (CCOO), consciente de la problemática, ha propuesto una gestión eficaz del conflicto, una evaluación continuada del impacto de las medidas y los recursos, y la implicación del conjunto de la comunidad educativa para prevenir o abordar casos de acoso.
CCOO ha reclamado la puesta en funcionamiento del Observatorio Estatal de la Convivencia, como el ámbito desde donde analizar y prevenir la violencia escolar y promover a través de acciones definidas una cultura de paz que debe tener el impacto preciso en el día a día de la actividad escolar, ha apuntado el sindicato.
Igualmente, ve necesaria una evaluación rigurosa y sistemática que permita conocer y generalizar las mejores prácticas en un tema tan complejo como es el de la convivencia. Esto exigirá, según el sindicato, una coordinación eficiente entre los distintos observatorios, central y autonómicos, así como con los municipios.
Recursos humanos con capacidad para trabajar en la mejora de la convivencia
El sindicato CCOO, por tanto, se suma a la reivindicación de aquellas iniciativas, como las recogidas en documento de trabajo realizado por la Universidad Complutense de Madrid, el Ministerio de Educación y Formación Profesional, con la colaboración de algunas comunidades autónomas que inciden en las necesidades más urgentes a cubrir.
Asimismo, dentro de estas necesidades, incluyen más recursos humanos con capacidad para trabajar en la mejora de la convivencia; formación del profesorado sobre cómo mejorar la convivencia; equipos de medicación y resolución de conflictos a múltiples niveles; mayor coordinación entre equipos docentes, especialmente con los departamentos didácticos; y crear equipos de alumnos y alumnas a nivel de centro para mejorar la convivencia, así como el desarrollo de programas de prevención de la violencia y mejora de la convivencia.
En la misma línea, el sindicato ANPE ha abogado por reforzar el compromiso de la comunidad educativa para erradicar el acoso escolar mediante nuevas estrategias que reduzcan el ciberacoso y el resto de situaciones violencia que se dan en las aulas.
Erradicar la violencia, el acoso y el ciberacoso
Así lo ha indicado el sindicado en un comunicado, al tiempo que indica que siempre ha velado por un clima de trabajo en libertad y seguridad, especialmente este curso escolar, donde se alternan modalidades presenciales, semipresenciales y a distancia.
De esta manera, la organización ha resaltado que su compromiso no es solo contra cualquier tipo de violencia o acoso en las aulas, sino también contra el ciberacoso, como consecuencia del aumento de las relaciones a distancia mediante el uso de las nuevas tecnologías y redes sociales.
Por este motivo, ANPE ha relanzado en todo el Estado los decálogos del buen uso tanto de los grupos de WhatsApp, como del buen uso de las redes sociales en beneficio de toda la comunidad educativa, encaminado a fomentar el desarrollo integral de los alumnos en el respeto y buen uso de las nuevas tecnologías.
También ha pedido a las autoridades educativas, instituciones y asociaciones que sigan trabajando y colaborando con los centros educativos para erradicar cualquier tipo de violencia, acoso y ciberacoso en las aulas y fuera de ellas.
Añadir nuevo comentario