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El anuncio este jueves de Ada Colau de que "la elección no es ERC o PSC, la elección es la Alcaldía" ha originado un terremoto político que ha ido más allá de las sedes de socialistas y republicanos, y ha llegado hasta el Parlament de Catalunya.
BComú desvela su apuesta por un pacto con Ada Colau
La dirección de Barcelona en Comú (BComú) desveló su apuesta por un pacto con el PSC con Ada Colau como alcaldesa aceptando los "votos regalados" de Manuel Valls.
Así, los casi 10.000 inscritos en BComú votarán dos alternativas: si avalan el pacto con el PSC "con Ada Colau de alcaldesa" o si prefieren un pacto con ERC "con Ernest Maragall de alcalde".
La dirección de BComú se posiciona y defiende la primera opción
Según la dirección de BComú, la opción de gobernar con el PSC y conservar el bastón de mando es "la mejor" porque durante estos cuatro años han constatado "la importancia ejecutiva de la Alcaldía", que consideran "clave para marcar las prioridades" y las políticas de ciudad.
La decisión de los comunes ha sido aplaudida por el líder del PSC
Jaume Collboni, quien, a diferencia de otros días, ha defendido la propuesta de apoyar primero la investidura de Ada Colau para articular después un Ejecutivo de coalición con BComú.
Los socialistas dejaron claro que se reservan la opción de presentar la candidatura de su alcaldable ante posibles "eventualidades".
¿Qué pasa con los votos de Valls?
La polémica por la opción elegida por Ada Colau radica en que, para mantener la Alcaldía, BComú y el PSC tan solo suman 18 regidores y, por tanto, la hasta ahora alcaldesa depende de los tres votos que ofreció "de forma gratuita" Manuel Valls para alcanzar la mayoría de 21 concejales.
Una situación, ha asegurado, que no "gusta" ni a los comunes ni a ella misma, pero que no va a condicionar su opción de gobierno "valiente" para la ciudad de Barcelona.
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