El aumento de la temperatura afecta tanto a los humanos como a la fauna salvaje, obligando a los animales a regular su temperatura corporal para sobrevivir.
Un grupo de científicos liderado por la Universidad Autónoma de Madrid ha destacado los graves efectos que podría tener la extinción de mamíferos amenazados en los frágiles ecosistemas de las islas.
El lince ibérico ha mejorado su estatus en la Lista Roja de Especies Amenazadas, pasando de "en peligro" a "vulnerable" gracias a esfuerzos continuos de conservación.