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El presentador más popular de Antena 3 se une a la lista de damnificados por el trabajo de Rocío Monasterio como arquitecta. En este caso, Arturo Valls contrató a la dirigente de Vox en Madrid para que transformara un local comercial en una vivienda.
Ya van nueve demandas contra Monasterio y Espinosa de los Monteros por el mismo tema
Según la información publicada por El País, Monasterio podría haber repetido lo mismo que en casos anteriores. En concreto, la política habría realizado las obras del local sin tener licencia. Al parecer, Rocío Monasterio envió la solicitud en un principio, pero luego se desentendió. Y la cosa no que ahí porque lo peor es que nunca realizó el cambio de uso del inmueble de local comercial a vivienda.
Con el presentador, ya son 9 las demandas por irregularidades urbanísticas contra Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en el Congreso y promotor inmobiliario.
El inicio de la relación entre el presentador de Antena 3 y Rocío Monasterio Asociados (RMA) se remonta al año 2005. En esa fecha, la dirigente de Vox ya se presentaba como arquitecta, aunque la realidad es que no consiguió el título hasta 2009.
Valls contrató los servicios de RMA para transformar un local en vivienda en Lavapiés
Por aquella época, el actor quería transformar el local de la calle Rodas número 3, en el barrio madrileño de Lavapiés, en una vivienda. Según afirma el valenciano, le aseguraron que el cambio de uso era posible.Se trataba de un loft de 100 metros cuadrados.
El proyecto fue firmado el 3 de junio de 2005 en el Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos y Aparejadores de Madrid a nombre de una colegiada que trabajaba en el estudio de Monasterio, pues ella aún no era arquitecta. Aun así, en otro de los planos sí aparece la rúbrica de la dirigente de extrema derecha.
La empresa de Monasterio no aportó la documentación necesaria
En este sentido, el expediente municipal revela que ese mismo 3 de junio se solicitó la licencia para obras de conservación. Sin embargo, ésta se archivó 3 años después por "no haber aportado en el plazo concedido la documentación preceptiva", según la respuesta del Ayuntamiento al estudio de Monasterio.
Después, también se pidió la respectiva licencia para el cambio de uso de local comercial a vivienda, momento en el que la política desatendió el proceso. La petición fue desestimada en 2008, 2011 y 2018 pero, como en casos anteriores, se realizó la obra. El resultado es que a día de hoy en el registro aparece como "local comercial-tienda", cuando en realidad es una vivienda.
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