22/09/2023 - 08:13
Lectura fácil
La rabia es una enfermedad producida por un virus de la familia Rhabdoviridae del género Lyssavirus. Nos encontramos ante una zoonosis presente en todos los continentes y que afecta a más de 150 países.
Desde la OMS, sus datos exponen que cada año mueren 35 mil personas por ataques de animales con la enfermedad, de los que el 99 % son perros.
Es por ello que desde Nubika, escuela de formación especializada en veterinaria, nos dejan algunas recomendaciones para detectar y prevenir la enfermedad.
La rabia mata a 35.000 personas al año
La rabia acaba transmitiéndose al humano y a otros animales, cuando el portador se encuentra contagiado, y a través de la saliva acaba entrando en contacto con una herida fresca y abierta.
El periodo de incubación ronda entre las 2 a 8 semanas, pero también de 10 días. Depende de la localización de la mordedura, el tejido nervioso afectado y la distancia al cerebro, según los expertos de Nubika.
El período de transmisibilidad de un perro enfermo va desde que comienza a eliminar virus por la saliva hasta que muere, periodo que no suele superar los 10 días.
Rojas advierte que “es por esta razón que los 14 días que impone la legislación española para mantener a un perro en observación, contados desde haberse producido la mordida, son suficientes para asegurar, si el perro sigue vivo, que no ha podido transmitirla mediante una agresión.”
El principal portador de rabia es el perro, quedando más susceptibles aquellos no vacunados y los que entran en contacto con animales silvestres como zorros, murciélagos, mapaches, etc. Las personas nos podemos contagiar por las mordeduras de animales domésticos, como los mismos perros, gatos y conejos.
La rabia canina presenta varias fases:
- Incubación: Desde que ocurre la mordedura hasta la aparición de primeros síntomas. No se aprecian signos. La fase puede durar de 1 semana a varios meses.
- Prodrómica: Los primeros síntomas, como más nerviosismo, susto, ansiedad, cansancio y retraído. Puede durar de 2 a 10 días.
- Agresividad: El animal se encuentra excesivamente irritables, pudiendo llegar a morder a su familia humana. Etapa de gran riesgo de transmisión de la rabia.
- Parálisis: El animal puede presentar espasmos o entrar en coma, pero por regla general se muestra paralizado, hasta que muere.
Alejandra Rojas advierte que “la rabia puede confundirse fácilmente con otras enfermedades neurológicas, por ende, siempre será necesario consultar con un veterinario ante la aparición de cualquiera de estos signos o si se sospecha que el perro puede haber estado en contacto con un animal infectado.”
Existen formas para prevenirla
La vacunación preventiva en nuestras mascotas es clave para evitar contagios y la segregación de la enfermedad a más animales y a humanos.
Cabe destacar, que la vacuna contra la enfermedad está exigida si se quiere viajar a otro país del mundo. Hay países que piden un certificado de título de anticuerpos contra la enfermedad.
Este tipo de vacuna debe aplicarse en perros y garos desde los 4 meses de edad, y luego ir vacunando a tu mascota de forma anual.
En caso de diagnosticarse la rabia, el veterinario tiene que notificarlo a las autoridades sanitarias locales y a la agencia de control de animales, procediendo finalmente a la administración de la eutanasia, porque no existe tratamiento contra la enfermedad.
Añadir nuevo comentario