Los autobuses que huyen del Dombás, con mujeres y niños, bajo asedio ruso

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05/05/2022 - 18:00
Civiles que llegan en uno de los autobuses que huyen de la guerra

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Una vez más, Vladimir Putin ha vuelto a incumplir los acuerdos para facilitar corredores humanitarios que permitan la huida de los cientos de civiles que aún quedan en las zonas del Dombás y Lugansk, el territorio más castigado por los ataques rusos desde que se inició el conflicto armado en Ucrania. Desde que a finales del mes de febrero el ejercito ruso invadiese estas dos regiones, la huida de ancianos, mujeres y niños ha sido constante, pero aún queda población que ha tenido que empezar a vivir bajo tierra o se han tenido que esconder en refugios anti búnker.

Este es el caso de los cientos de civiles y alrededor de 2.000 militares que aun se encuentran atrapados en la fábrica siderúrgica de Azovstal, situada en Mariúpol, ciudad perteneciente a la región del Dombás. Esta fábrica lleva varias semanas soportando el asedio del ejército ruso con bombas anti búnker y todo tipo de armamento pesado. Ante una situación tan desesperante, el comandante del Regimiento Azov de la Guardia Nacional ucraniana, Denys Prokopenko, solicitó a la comunidad internacional ayuda para evacuar a los civiles. Desde Rusia se aprobó un alto al fuego para facilitar los corredores humanitarios, pero ahora lo han incumplido

La huida del Dombás no es segura para los autobuses de refugiados

El pasado domingo hubo una pequeña tregua que permitió salir al convoy humanitario de las Naciones Unidas y la Cruz Roja, junto con varios vehículos privados que se engancharon a su cola, que huían del Dombás. Tras cerca de 20 horas de trayecto consiguieron alcanzar su objetivo: Zaporiyia, una ciudad bajo control ucraniano, situada a 30 kilómetros del frente.

Sin embargo, estos han sido unos pocos afortunados, pues otro convoy de autobuses preparado para salir del Dombás, con más ancianos, mujeres y niños, que esperaban una oportunidad de huida en un centro comercial a las afueras de la ciudad, lugar de partida, han tenido que quedarse sin poder iniciar el trayecto. Un nuevo bombardeo ruso a la fábrica de Azovstal ha impedido el avance seguro del convoy. Además, estos autobuses tenían que recoger a otros refugiados de poblaciones cercanas, que también se han quedado atrapados.

A Putin no le tiembla la mano a la hora de atacar civiles que huyen de la guerra

Hace dos días, en Popasna, ciudad de Lugansk, otros dos autobuses fueron atacados por las fuerzas militares rusas. Uno de estos autobuses transportaba ayuda humanitaria y ha desaparecido, mientras que el otros llevaba a mujeres y niños, este segundo fue hallado vacío, con manchas de sangre y destruido. El paradero de estos refugiados se desconoce. Putin no está mostrando compasión y parece que nada va a frenarle para hacerse con las regiones del Dombás y Lugansk, y posteriormente con Ucrania.

Desde que el conflicto estalló, los civiles del Dombás y Lugansk han estado constantemente acosados por los ataques rusos. Desde las Naciones Unidas ya se ha estado denunciando la posibilidad de que el ejército ruso este cometiendo crímenes de guerra por los ataques indiscriminados y completamente descarados hacia la población civil ucraniana.

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