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Para muchas personas con discapacidad, especialmente aquellas con discapacidad motora, tener su propio automóvil no es un simple capricho, sino una necesidad crucial que les brinda una mayor independencia y libertad. Esto se debe en gran parte a las limitaciones de accesibilidad que todavía existen en muchos sistemas de transporte público y a la frecuente necesidad de desplazarse para citas médicas o terapias. En estas circunstancias, el automóvil se convierte en una herramienta casi indispensable tanto para las personas con discapacidad como para sus familias.
Ayudas y beneficios para la compra de vehículos
Para abordar los costos adicionales que a menudo implica la adquisición de un automóvil para personas con discapacidad, existen una serie de ayudas y deducciones fiscales diseñadas para aliviar esta carga financiera.
Estas ayudas están disponibles para cualquier individuo que tenga una discapacidad, independientemente de su tipo.
IVA súper reducido
En la mayoría de los casos, los vehículos son considerados y gravados fiscalmente como bienes de lujo, lo que implica una tasa de IVA del 21 %. Sin embargo, cuando una persona con discapacidad compra un automóvil, la tasa de IVA aplicable se reduce significativamente al 4 %, equiparándola a la de los bienes de primera necesidad.
Requisitos para aplicar la reducción del IVA
Para beneficiarse de esta reducción del IVA al comprar un vehículo, la persona debe demostrar tener una discapacidad igual o superior al 33 % y/o ser titular de la tarjeta de discapacidad, además de ser usuario de la tarjeta de estacionamiento para personas con movilidad reducida. Además, no debe haberse beneficiado de la misma reducción en los cuatro años anteriores, salvo en casos de siniestro.
El vehículo adquirido tampoco puede ser vendido o transferido antes de cuatro años, o de lo contrario, el beneficiario deberá reembolsar la reducción del IVA previamente aplicada.
Para aprovechar la rebaja del IVA, es necesario presentar una solicitud a la Agencia Tributaria, utilizando el formulario 04, que se encuentra disponible en línea. Posteriormente, Hacienda emitirá un certificado actualizado que el beneficiario deberá presentar en el concesionario al momento de adquirir el vehículo.
Si el automóvil es de segunda mano...
Incluso cuando se trata de un vehículo de segunda mano o con muy poco uso ("kilómetro cero"), todavía es posible aplicar la reducción del IVA. Sin embargo, para beneficiarse de este descuento al comprar un automóvil de segunda mano, el vehículo debe ser vendido por una empresa que pueda acreditar la carga del IVA a través de la factura de compra, no por un particular.
Exención del impuesto de circulación
Las personas con discapacidad que deseen adquirir un vehículo están exentas de pagar el impuesto de vehículos de tracción mecánica (IVTM), comúnmente conocido como impuesto de circulación. Este impuesto es gestionado por los ayuntamientos, por lo que la exención se aplica a nivel local.
Exención del impuesto de matriculación
Las personas con discapacidad también están exentas de pagar el impuesto de matriculación, que es administrado por la Agencia Tributaria. Para beneficiarse de este descuento, es posible realizar la gestión en línea a través del sitio web de la Agencia Tributaria o presentar la solicitud de forma presencial. Sin embargo, es fundamental informar al concesionario en el momento de encargar el vehículo y cumplir con los mismos requisitos que se exigen para solicitar la reducción del IVA.
Ayudas para la adaptación de vehículos
Además de las exenciones y reducciones de impuestos mencionadas, existen ayudas económicas directas destinadas a la adaptación de vehículos o a la compra de vehículos adaptados para personas con movilidad reducida.
Estas ayudas pueden solicitarse tanto si la persona con discapacidad es el conductor principal como si es un pasajero habitual que necesita adaptaciones, como la instalación de una silla de ruedas.
Es importante destacar que las ayudas para la adaptación de vehículos varían considerablemente en función del tipo de adaptación requerida, que puede ser global (adaptación del vehículo en su conjunto) o específica (adaptación de elementos individuales como el volante, las marchas o el acelerador). Además, estas ayudas generalmente no cubren el costo total de la adaptación, sino que ofrecen un porcentaje o una cantidad máxima de apoyo financiero.
Ayudas para la persona, ya sea conductor o pasajero
Todas las ayudas y exenciones mencionadas anteriormente, tanto para la compra como para la adaptación de vehículos, están diseñadas para beneficiar a las personas con discapacidad. En el caso de la adquisición de un automóvil, el coche debe estar registrado a nombre de la persona con discapacidad, incluso si no es el conductor principal, y se debe beneficiar de las ayudas como pasajero. Lo mismo se aplica a las ayudas destinadas a la adaptación de vehículos, que pueden ser tanto para facilitar la conducción autónoma como para mejorar la accesibilidad y el desplazamiento de la persona con discapacidad, ya sea como conductor o pasajero. Estas medidas contribuyen a mejorar significativamente la calidad de vida y la movilidad de las personas con discapacidad y a promover su inclusión en la sociedad.
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