La banca española lidera la caída de activos tóxicos en Europa

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29/11/2017 - 10:45

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España redujo 14.000 millones y los transalpinos, casi otros 77.000. El BCE apuesta por crear una plataforma que centralice activos improductivos.

La banca española reduce su abultado volumen de activos improductivos en balance

Las entidades bancarias con sede en España rebajaron su exposición tóxica hasta los 127.305 millones de euros, según consta en el ejercicio de transparencia publicado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).

Los datos publicados por la EBA muestran que entre diciembre de 2016 y junio de 2017 (periodo durante el que se hizo el ejercicio de transparencia) la exposición a activos improductivos se elevó en más de 12.000 millones. Sin embargo, 12 de los 13 bancos españoles analizados registraron descensos en sus volúmenes totales de activos tóxicos; el regulador bancario europeo no parece tener en cuenta que Santander, la única entidad que incrementa sus NPL, lo hizo solo después de quedarse con todo el negocio de Banco Popular tras su resolución.

Así, si se comparan los datos respecto a junio de 2016, cuando Banco Popular se sumaba al grupo de entidades sometidas a examen, la banca española registra un descenso en sus activos improductivos de 13.900 millones de euros, lo que la situaría a la cabeza del sector bancario europeo en reducción de NPL, solo por detrás de los bancos italianos, que los rebajaron casi 77.000 millones de euros.

Cabe destacar que España, a diferencia de Italia, ha llevado a cabo este último acelerón para deshacerse de su ladrillo improductivo después de más de cuatro años gestionando la herencia tóxica de la crisis. De esta forma, la actual ratio de NPL del sector bancario español se situaría en el 5,41%, menos de un punto porcentual por encima de la media europea, que en junio de este año se situaba en el 4,47%, según la EBA.

Fuentes del sector se muestran impresionadas por la capacidad demostrada por la banca en España a la hora de reducir su exposición al ladrillo: «Hace un año había un puñado de bancos españoles con problemas. Ahora todos parecen haber dejado lo peor atrás, incluso Liberbank», admiten estas mismas fuentes. No todos los aspectos, sin embargo, serían tan positivos, ya que los niveles de activos adjudicados (no contabilizados formalmente como NPL) todavía siguen siendo los más altos de toda la banca europea y, por lo tanto, una preocupación para los analistas.

Un paso necesario para la Unión Bancaria

La reducción de los activos improductivos ha sido una prioridad para la banca española en esta segunda mitad del año, con la firma, la puesta en marcha y el anuncio de grandes operaciones, como la venta del 51% del negocio inmobiliario de Popular por parte de Santander a Blackstone, el traspaso del suyo por parte de Liberbank o el plan de Sabadell de deshacerse de todo el ladrillo heredado a raíz de la adquisición de la CAM.

Estas operaciones no son fruto de la casualidad. El BCE lleva más de un año presionando a las entidades para acelerar la reducción de sus exposiciones tóxicas; incluso obligó a las mismas a presentar planes de venta de sus NPL creíbles.

Esta urgencia por parte del BCE no es casual. La segregación de los activos problemáticos de los balances de la banca europea es uno de los pasos previos imprescindibles para seguir avanzando en la Unión Bancaria. El propio Mario Draghi, la pasada semana, antepuso una solución de los activos improductivos a la puesta en marcha definitiva de la última pata del plan europeo de integración de sus bancos: el fondo de garantía común.

Las autoridades alemanas abanderan un grupo de países del llamado norte europeo que insiste en que, antes de dar cualquier paso dirigido a la mutualización de los riesgos bancarios, se han de despejar todas las dudas que todavía permanecen en los balances de algunos países de la periferia, como Italia o España. Si el contribuyente alemán u holandés, por ejemplo, ha de sufragar en algún momento los depósitos garantizados de unos clientes afectados por la caída de un banco español, solo ocurrirá si antes se han asegurado de que, efectivamente, las entidades en España estaban libres de problemas ocultos. Sea una imposición justa o no, gran parte del futuro inmediato de la Unión Bancaria se juega alrededor de este asunto.

Un mercado europeo más transparente que permita facilitar las transacciones de estos activos

Consciente del problema del sector bancario y los NPL, el Banco Central Europeo ha lanzado una propuesta para continuar progresando: desde Fráncfort apuestan por acelerar la reducción de los activos improductivos del sector impulsando la creación de una «plataforma» destinada a generar un mercado europeo más transparente que permita facilitar las transacciones de estos activos.

«El mercado secundario de activos tóxicos en la zona euro sufre actualmente varios fallos», explica el BCE en un reciente documento, que apunta a que buena parte de los mismos resultan en un mercado oligopsonístico, con un limitado número de compradores potenciales, lo que redunda en unos precios de mercado más bajos de lo que podría esperarse. Así, una plataforma europea impulsada (no financiada) por las autoridades permitiría unificar los datos disponibles sobre los activos y facilitar la entrada de nuevos inversores más allá de los habituales.

«Para generar todos sus potenciales beneficios, la plataforma necesitaría ser apoyada por reformas estructurales que pudieran permitir la ampliación de la base de inversores en NPL, tales como la relajación de los requisitos legales para obtener una licencia, así como el impulso al crecimiento de los préstamos para la actividad de servicing», concluyen desde el BCE.

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