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Madrid, 27 nov (EFE).- La situación económica y política de Italia y el "brexit" siguen siendo dos riesgos relevantes que pueden afectar a España, señala el Banco de España, que, no obstante, considera que pese a la desaceleración ya prevista, la economía "muestra una estabilidad y robustez bastante notable".
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha explicado durante una jornada organizada por Mutuactivos y Expansión que, aunque se ha alcanzado un acuerdo sobre el "brexit", que debe ratificar ahora el Parlamento británico, todavía persisten muchas dudas sobre la futura relación entre Europa y Reino Unido.
Sobre Italia ha indicado que la situación del país "preocupa" ante las tensiones del mercado que ha generado, y que ha reactivado el círculo vicioso entre el riesgo soberano y el financiero.
El Banco de España considera que la desaceleración de la economía española recoge el reciente deterioro del entorno internacional, y además del "brexit" e Italia, ve como un riesgo la incertidumbre asociada a los efectos del proceso de normalización de las políticas monetarias, sobre todo en EEUU, y la situación de ciertas economías emergentes.
Otros riesgos también pueden ser el posible resurgimiento de tensiones geopolíticas o una eventual escalada en la adopción de medidas proteccionistas, según Arce.
En los doméstico, el Banco de España considera que la fragmentación parlamentaria, que genera incertidumbre sobre el curso de algunas de las principales políticas económicas, también puede ser un riesgo para el país, además de un hipotético repunte de la incertidumbre asociada a Cataluña.
En este contexto, Arce ha mostrado su preocupación por los retos que tiene que hacer frente la economía española como son el elevado desempleo, la incidencia del paro de larga duración, la mejora de la productividad, además del alto nivel de deuda pública y el envejecimiento de la población.
A cuanto a Europa, Arce ha explicado que pese a la desaceleración registrada en 2018 -mayor de lo esperado- de cara al futuro es "optimista", ya que existen factores que sustentan la fase de crecimiento de la zona euro, como la mejora del mercado de trabajo y unas condiciones financieras holgadas, que han permitido una mejora del crédito.
En este sentido, ha reconocido que en España, los hogares todavía están reduciendo sus deudas, mientras que las empresas "no están solicitando demasiado crédito", en parte, porque recurren a otras fuentes de financiación no bancarias.
"La demanda de crédito bancario por parte de las empresas es débil", ha asegurado Arce, que sobre Europa ha añadido que otros factores que sustentarán el crecimiento serán la previsión de que la política fiscal en el área del euro será ligeramente expansiva en los dos próximos años.
De la misma manera ha destacado que la política monetaria continuará proporcionando el estímulo necesario para que la inflación mantenga el ajuste sostenido hacia niveles en línea con el objetivo del 2 % previsto por el Banco Central Europeo (BCE).
Los anteriores factores continuarán respaldando el crecimiento económico de la Unión Económica y Monetaria que, no obstante, se verá afectado por la desaceleración del comercio exterior y el incremento de la incertidumbre, que ya están motivando revisiones a la baja en el crecimiento esperado, ha concluido.
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