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Un bar de Sevilla ha instalado un robot para servir cerveza y respetar las medidas de seguridad e higiene impuestas por Sanidad ante la pandemia del coronavirus.
El robot puede servir hasta 600 cervezas por hora
El establecimiento de la cadena de hostelería La Gitana Loca, enclavado en la céntrica Cuesta del Rosario de Sevilla, ha incorporado un brazo robótico fabricado por la empresa sevillana Macco para servir cervezas en el local, consiguiendo así un servicio automático que resuelve directamente el ámbito "higiénico" de la actividad hostelera en plena pandemia de coronavirus COVID-19.
En los últimos años, los robots aplicados al sector de la hostelería han vivido una verdadera revolución. Hemos conocido modelos que sirven perritos calientes, que friegan platos, que preparan hamburguesas o que cocinan pizzas, por poner solo algunos ejemplos.
El proyecto ya estaba en mente antes de la crisis
El responsable de dicho local, Alejandro Martínez, ha explicado que, ya antes de la gran crisis desencadenada por la pandemia de coronavirus COVID-19, tenía en mente la "idea" de instalar un mecanismo de este tipo porque en los diez locales hispalenses de la cadena se dispensa "mucha cerveza" y "a veces, en Semana Santa o los fines de semana, la demanda de dicha bebida deriva en "colas muy largas" ante la barra.
Los robots tienen mucho potencial en este sector, ya que permiten automatizar las tareas más repetitivas para liberar al personal de carga de trabajo y dejarles tiempo para dedicarse a cosas más complejas.
Limita el contacto entre clientes y camareros
Por eso, la instalación de un brazo robótico era vista como "una ayuda" a la plantilla, al incorporar un método de "autoservicio". El brazo mecánico sirve vasos de plástico "de usar y tirar" y con él, el contacto de los clientes con la plantilla "se reduce al mínimo", pues el consumidor solicita su bebida mediante "una pantalla táctil", abona la misma mediante dicho mecanismo y el brazo robótico se encarga de servirla.
Todo ello, con "tecnología made in Sevilla", según Alejandro Fernández, quien ha explicado que los primeros clientes llegados a este local de la Cuesta del Rosario tras la reapertura permitida en la fase uno del plan de levantamiento de las restricciones del estado de alarma decretado contra la pandemia están quedando "flipados" ante este nuevo equipamiento.
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