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La Comisión Europea propuso la “mayor reforma de las normas en materia de bienestar animal de la UE durante el transporte en veinte años”, con medidas como endurecer la exportación de animales vivos desde la Unión y acortar la duración de los traslados de animales.
Así lo anunció el Ejecutivo comunitario en un comunicado en el que avanzó que el paquete incluye una revisión de las normas vigentes de la UE para el transporte de animales, lo que, a su juicio, “mejorará el bienestar de los 1.600 millones de animales transportados cada año dentro de la UE y desde ella”.
La propuesta se centra en “ámbitos clave, vitales para garantizar el bienestar de los animales durante el transporte” y, en este sentido, se endurecerán las normas para la exportación de animales vivos desde la Unión, que incluirán “mejores controles en terceros países para que se cumplan normas equivalentes” a las establecidas en la UE.
Garantizar el bienestar animal en todos los ámbitos, es crucial para una producción responsable y respetuosa
Para asegurar el bienestar animal, se acortará la duración de los traslados de animales y, durante los viajes largos, deberán descargarse para permitirles descansar, alimentarse y beber agua. Se aplicarán “normas especiales” a los animales destinados al sacrificio y a los animales “vulnerables”, como los terneros no destetados y las hembras en estado de gestación y se aumentará el espacio disponible para garantizar un “espacio mínimo” para los distintos animales, adaptado a cada especie.
El transporte a temperaturas “extremas” también toca el bienestar animal, pues estará sujeto a condiciones “estrictas”, como que el transporte solo pueda llevarse a cabo por la noche si las temperaturas superan los 30 grados.
Además, cuando las temperaturas sean inferiores a 0 grados, se cubrirán los vehículos de carretera y se controlará la circulación del aire en el compartimento en el que se encuentren los animales para protegerlos de la exposición al frío del aire durante el viaje y si descienden por debajo de 5 grados bajo cero, además, la duración del viaje no podrá superar las nueve horas.
En cuanto a la mejora del bienestar de los perros y gatos, subrayó que las normas de bienestar animal en lo que respecta a la cría, el cuidado y la venta profesionales “difieren en gran medida de un Estado miembro a otro y existen numerosas pruebas de prácticas deficientes y maltrato”.
En este contexto, la propuesta establece normas “uniformes” en la UE para el bienestar de los perros y gatos que se crían o que se mantienen en establecimientos de cría, en tiendas de animales de compañía y en refugios.
Por primera vez, se aplicarán normas mínimas a la cría, el alojamiento, el cuidado y el tratamiento de estos animales en toda la UE y unos requisitos estrictos de trazabilidad junto con controles automatizados de las ventas en línea ayudarán a controlar la cría y el comercio y a los compradores, a comprobar que su identificación y registro son correctos, para garantizar el correcto bienestar animal.
Los Estados miembro tendrán que ofrecer formación a las personas que trabajan con animales y cualquier ciudadano que compre un perro o un gato será informado de la “importancia de la propiedad responsable”. Por su parte, las importaciones de estos animales deberán cumplir normas “equivalentes”.
La producción de pieles puede verse en sus último tramos con las medidas que se esperan implantar
La Comisión respondió también a una iniciativa ciudadana europea que pide medidas para garantizar el bienestar animal que prohíban la cría o la matanza de animales con el único o principal propósito de la producción de pieles y la introducción en el mercado de la UE de pieles de animales de granja y de productos que las contengan, entre otras cuestiones.
A este respecto, ha encargado a la EFSA que emita un dictamen científico sobre el bienestar de los animales criados para producir pieles y, sobre la base de esta aportación científica y de una evaluación de las repercusiones económicas y sociales, indicará cuáles son las medidas “más adecuadas”.
Las dos propuestas legislativas por el bienestar animal se remitirán al Parlamento Europeo y al Consejo y, en cuanto a la iniciativa ciudadana europea, la EFSA iniciará su evaluación científica sobre la base de la solicitud de la Comisión y emitirá su dictamen científico en marzo de 2025.
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