Concretamente, Brasil comparte su frontera con Venezuela por el estado de Roraima (norte), lugar por el que pasan a través de los controles migratorios cientos de sueños y esperanzas.
La OEI destaca la implementación de este importante programa a partir de una iniciativa que nació en las aulas y que fue reconocida como la mejor de Iberoamérica en la primera edición del premio.