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Bruselas, 5 dic (EFE).- La Comisión Europea (CE) propuso hoy medidas para fomentar el uso del euro en los mercados globales, en particular en las transacciones energéticas, los pagos internacionales y como reserva de divisas, para reforzar su papel global frente al dominio del dólar.
La moneda única cumple 20 años en 2019 y ya es la segunda divisa más utilizada en el mundo, pero Bruselas cree que aún debe ganar relevancia a nivel global para "reflejar el peso político y económico" de la eurozona y aportar a sus empresas y países más independencia frente a decisiones de terceros, en particular de Estados Unidos.
"El cambio en la composición global de divisas no ocurrirá de la noche a la mañana, pero el momento para el cambio es el adecuado", dijo el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, al presentar las iniciativas, que responden en buena medida a la preocupación por la deriva unilateral del Gobierno de Donald Trump.
"En el contexto actual de mayor incertidumbre sobre el futuro del sistema económico multilateral, de conflictos comerciales y aplicación extraterritorial de sanciones unilaterales de Estados Unidos, los participantes en el mercado internacional están obviamente buscando alternativas de diversificación de los riesgos", señaló el comisario.
Entre las medidas propuestas, la principal es una recomendación a Estados y empresas de la UE para que utilicen euros en las transacciones energéticas y acuerdos internacionales en materia de energía, un sector estratégico para los Veintiocho.
La UE es el principal importador energético del mundo, con una factura media de unos 300.000 millones de euros al año, pero la mayor parte de estas compras se realizan en dólares, incluso cuando se da entre miembros del bloque comunitario.
En 2017 solo se facturó en euros el 10 % de los 181.000 millones de euros en importaciones de petróleo y el 30 % de los 75.000 millones de importaciones de gas natural a los Veintiocho.
"Esta gran exposición al dólar (...) genera incertidumbres, riesgos y costes que podrían ser mitigados con un mayor uso de contratos en euros", dijo el comisario de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete.
El dominio de esta divisa, dijo, supone que las empresas del sector estén expuestas al riesgo derivado del tipo de cambio, así como de "recientes acciones unilaterales de terceros países".
La Comisión menciona en particular la imposición de sanciones a Irán por parte de Estados Unidos, que han llevado a muchas empresas europeas a abandonar proyectos en este país, incluido el sector energético, para evitar ser penalizadas.
Bruselas, que reconoce que la decisión de utilizar el euro corresponde a los actores del mercado, consultará también sobre las posibilidades de ampliar su uso en el comercio de petróleo, productos refinados y gas.
Asimismo, consultará sobre un posible mayor uso en el comercio de materias primas (metales y minerales) y productos agroalimentarios, así como en el sector de la manufactura de transporte aéreo, marítimo y por ferrocarril. Los resultados se darán a conocer en el verano de 2019.
Más allá de fomentar el uso del euro en sectores estratégicos, la Comisión llama a mejorar la integración del sector financiero en Europa, adoptando medidas para la unión de mercados de capitales y la unión bancaria que llevan años pendientes y a emprender iniciativas a nivel internacional.
En este sentido, insta a aumentar las emisiones de deuda denominada en euros por parte de instituciones europeas y a utilizar "diplomacia económica" para fomentar su uso como reservas de divisas y para pagos internacionales.
Actualmente, un 20 % de las reservas de divisas mundiales están en euros, frente a un 62 % en dólares, mientras que los pagos internacionales en euros suponen un 40 % y en dólares un 36 % (ninguna otra divisa supera el 5 %).
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE abordarán estas propuestas en su cumbre de la semana próxima, junto con el acuerdo para reforzar la Unión Económica y Monetaria.
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