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¿Sabías que un tercio de la comida mundial se tira a la basura? El desperdicio alimentario es uno de los males presentes del mundo desigual en el que vivimos. Muchas veces, este desperdicio viene por no saber leer las etiquetas de los productos, las cuales distinguen entre fecha de consumo preferente y fecha de caducidad.
Fecha de consumo preferente
Según la Comisión Europea, la fecha de consumo preferente indica el momento hasta el cual el alimento conserva la calidad prevista. Cabe tener en cuenta que:
- El alimento sigue siendo seguro para el consumidor una vez pasada la fecha de consumo preferente, siempre que se respeten las instrucciones de conservación y su envase no esté dañado; sin embargo, puede empezar a perder sabor y textura.
- Esta fecha aparece en una amplia variedad de alimentos refrigerados, congelados, desecados (pasta, arroz, etc.), enlatados y otros alimentos (aceite vegetal, chocolate, etc.).
- Antes de tirar el alimento por haber pasado su fecha de consumo preferente, hay que comprobar si tiene buen aspecto y si huele y sabe bien, cerciorándose antes de que el envase está intacto.
- Al abrir un envase de alimentos con fecha de consumo preferente, conviene seguir las instrucciones, por ejemplo 'una vez abierto el envase, consumir en tres días'.
Fecha de caducidad
En cambio, la fecha de caducidad indica el momento hasta el cual el alimento puede consumirse de forma segura. Al respecto, la Comisión Europea advierte:
- No hay que consumir ningún alimento una vez pasada esta fecha.
- Aparece en alimentos muy perecederos, como pescado fresco, carne picada fresca, etc.
- Hay que seguir las instrucciones de conservación, por ejemplo "conservar en el frigorífico" o "conservar a 2-4 °C". De lo contrario, el alimento se estropeará antes y hay riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria.
- Si congelamos el alimento en casa poco después de adquirirlo, podemos alargar su conservación más allá de esta fecha, siempre que lo congelemos correctamente. No obstante, debemos seguir las instrucciones que figuren en el envase, por ejemplo "guardar en el congelador hasta la fecha de caducidad", "cocinar sin descongelar" o "descongelar previamente por completo y consumir en las veinticuatro horas siguientes".
- Una vez abierto un envase con tal fecha, debemos seguir las instrucciones de conservación y consumo, por ejemplo "una vez abierto el envase, consumir en tres días", teniendo presente que el alimento debe consumirse antes de que pase dicha fecha.
La clave está en el riesgo microbiológico
La OCU informa que la fecha de caducidad se indica en productos que son muy perecederos y con riesgo microbiológico: carnes y pescados crudos y frescos que duran pocos días y donde puede haber bacterias patógenas. Una vez pasada la fecha, el producto no debe consumirse, ya que hay riesgos de que se encuentre en mal estado, estropeado y puede incluso ser peligroso por la presencia de bacterias patógenas.
Por su parte, tal y como dice también la Comisión Europea, la fecha de consumo preferente se aplica a productos bastante más duraderos y que son estables. Una vez pasada esta fecha pueden haber perdido parte de sus propiedades, como presentar un sabor rancio, tener menos aroma o que Este sea extraño. También pueden cambiar de textura y de color, pero no hay riesgo microbiológico. Este es el caso de los yogures, que pueden comerse aunque se haya superado en unos días la fecha de consumo preferente, ya que su leche es pasteurizada.
La OCU también ponen como ejemplos los bollos, las galletas, los aperitivos salados o los quesos.
"No se pueden consumir productos que han superado su fecha de caducidad. Lo que se puede hacer si vemos que llega esta fecha y no los vamos a comer es congelarlos", reitera la OCU, que pone como ejemplos las carnes, pescados, incluso con el salmón ahumado o el jamón cocido.
Los productos descongelados se deben consumir en menos de 24 horas
Eso sí, advierten que al descongelar estos productos debemos consumirlos en menos de 24 horas. Además, en estos productos con riesgos microbiológicos hay que tener siempre la precaución de cocinarlos adecuadamente, como carnes picadas y carnes de pollo. "El riesgo de que haya bacterias patógenas existe, y es mayor una vez superada la fecha, pero no hay tampoco garantías suficientes antes de su caducidad, ya que son alimentos crudos", indican.
También admiten congelación, según la OCU, los platos preparados precocinados en su fecha de caducidad. Es el caso de lasañas o pizzas, pero no los que contienen verduras, ya que se estropea mucho su textura. Una vez descongelados, estos productos deben ser de consumo inmediato. ¿Qué pasa si consumes alimentos caducados?
Los aperitivos salados, las pastas secas, y los productos de ultramarinos en general también pueden tomarse. No pasa nada si se supera la caducidad en unos días o un mes, siempre que se prueben y tengan buen sabor. Lo mismo ocurre con los embutidos al vacío o en atmosferas modificadas, salvo en algunos casos, como en el del pavo o el jamón cocido. Al tener mucha agua, estos productos son más frágiles, mientras que los curados o quesos son más resistentes y se pueden comer aunque se pase un poco la fecha.
Descuentos en productos caducados
Si bien en Grecia, desde 2018 es posible vender productos con la fecha de caducidad vencida o con la fecha de consumo preferente superada a un precio más bajo del habitual, la OCU se opone a esta medida. "Apostamos porque los productos a punto de caducar tengan una rebaja importante. Los artículos caducados, con ciertos límites y precauciones, pueden donarse a alguna ONG, comedores públicos, bancos de alimentos... y ser aprovechados sin riesgos", dice la OCU.
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