Lectura fácil
Una de las principales causas de los cálculos renales, es decir, las piedras en el riñón o litiasis es una mala alimentación. De hecho, el 85-90 % de las piedras aparecen asociadas a la dieta y a los hábitos de vida actuales en el mundo occidental.
Entre ellos, el consumo de poca agua, que se ve sustituida por otras bebidas que pueden deshidratar el organismo o que contienen demasiado azúcar, favoreciendo la presencia de cálculos renales.
Al mismo tiempo, predominan las dietas ricas en proteínas, con baja cantidad de frutas y verduras, lo que, unido a lo anterior genera “el caldo de cultivo idóneo” para la litogénesis, nombre científico de la formación de los cálculos en la vía urinaria.
Los cólicos renales se pueden evitar gracias a buenos hábitos alimentarios
El doctor Javier Romero-Otero, director del Departamento de Urología de HM Hospitales en Madrid y director médico de ROC Clinic, quieren contribuir a la concienciación sobre la prevención de enfermedades tan comunes como los cálculos renales a través de una mejora de los hábitos de vida.
Es preciso tener en cuenta que no todos los cálculos renales son del mismo tipo. Los más frecuentes son los de oxalato cálcico, para los que se recomienda disminuir el consumo de verduras de hoja ancha como las acelgas o las espinacas, de frutos secos, de fresas, de chocolate puro, de bebidas relacionadas con cola y de té. Todos estos alimentos favorecen la eliminación de sales de oxalato, por lo que será necesario disminuirlos, pero no eliminarlos.
Los expertos aconsejan para la prevención llevar una dieta baja en grasas saturadas, en sales, azúcares y, sobre todo, en beber mucha agua, preferiblemente baja en sodio si es embotellada o descalcificada en el caso de ser del grifo.
La doctora Gemma Duque, miembro de la Unidad de Litiasis de ROC Clinic, insta a que las personas con cálculos renales deben intentar hacer una dieta sana, variada y mediterránea en la medida de lo posible.
Además, es necesario que orinen entre 2 y 2,5 litros de orina a lo largo del día. Evitar azúcares, grasas saturadas y alimentos ricos en sal y reducir la ingesta de carne roja a una vez a la semana también forman parte de la dieta adecuada para prevenir esta patología.
El cólico renal es una señal clara
Se calcula que el 12 % de los hombres y el 6 % de las mujeres tendrán un episodio de cálculos renales a lo largo de su vida. La manifestación más frecuente de la presencia de cálculos es el cólico renal, “un dolor que comienza de forma súbita en la región lumbar, se irradia hacia la zona genital o abdominal y puede ir asociado a la presencia de náuseas o vómitos cuando un cálculo o piedra se moviliza, obstruyendo la salida de la orina del riñón.
Además, puede aparecer sangrado en la orina causado por la movilización de la piedra, rasgando y provocando fiebre en los casos de mayor gravedad cuando se produce infección.
Como consecuencia de la ausencia de síntomas previos, lo habitual es que los pacientes ya lleguen a urgencias o a consulta con un cólico renal, por lo que se procede a realizar las pruebas pertinentes de diagnóstico.
Mediante analítica de sangre y orina, radiografía, ecografía y, si es necesario, TAC, se detecta se si se trata de un paciente con esta afección, qué tamaño tienen los cálculos, dónde se encuentran y si es necesario intervenir de inmediato.
En el caso de que los cálculos renales presenten una piedra mayor a los 5 mm y genera obstrucción, se personaliza el tratamiento dependiendo del tamaño, localización, dureza o naturaleza.
Añadir nuevo comentario