Lectura fácil
El color de la orina cambia de aspecto constantemente, dependiendo de la cantidad de agua que hayamos bebido, de los alimentos que hayamos ingerido o de si estamos tomando o no cierto tipo de medicamentos. Pero… ¡cuidado! El color de la orina también puede ser síntoma de varias enfermedades, como la diabetes, la hepatitis o incluso el cáncer.
¿Cuál es el color normal de la orina?
El color de la orina normal siempre es un amarillo que puede tener mayor o menor intensidad. Por ejemplo, es normal que por las mañanas nuestra orina tenga un color amarillo mucho más fuerte, ya que está más concentrada. A lo largo del día, si nos mantenemos bien hidratados, nuestra orina llegará a tener un amarillo muy poco intenso y, a veces, incluso será incolora.
¿Qué ocurre cuando aparecen otros colores? Según el Manual MSD, "otros colores distintos del amarillo son anormales" y pueden advertir sobre algunos problemas o enfermedades que deben diagnosticarse sin demora. Uno de ellos es la orina de color marrón. ¿Por qué puede presentar este color?
Qué es normal y qué no en el color de la orina
El aspecto de la orina puede hablar mucho del estado de salud de una persona. En función del color, podemos detectar desde una infección urinaria, a una patología hepática o un cáncer de vejiga, entre otras patologías. También su consistencia puede dar pistas: una orina turbia y espesa nos habla de la posibilidad de una infección severa de riñón o vejiga.
En este sentido, podemos hacer la siguiente clasificación de los colores de la orina y de qué puede estar indicando cada uno:
- Transparente o muy claro: En la mayoría de los casos es síntoma de que la persona está bebiendo mucha agua, pero también puede estar relacionado con otros trastornos asociados a la diabetes.
- Ambarino claro: Normal.
- Miel: Puede ser indicativo de deshidratación.
- Marrón oscuro: Podría deberse a una deshidratación severa, al consumo de sustancias tóxicas o a algún tipo de enfermedad hepática. En estos casos, es conveniente acudir al médico para descartar la presencia de sangre en la orina y evaluar si el color se relaciona con algún trastorno metabólico.
- Rojizo o rosado: Puede deberse a la ingesta de alimentos como los arándanos o la remolacha. Si esto está descartado, podría relacionarse con la presencia de sangre, que siempre es subsidiario de ser estudiado.
- Verde o azul: Podría estar relacionado con determinadas infecciones, con algunas bacterias en el tracto urinario, alguna sustancia con propiedad de tinción o ciertos medicamentos.
Si la orina marrón aparece tras haber tenido una lesión muscular grave esta puede ser la causa de este cambio en la coloración. A esto, el Manual MSD lo denomina rabdomiólisis. Cuando se produce una lesión, la orina puede excretar mioglobina, una proteína muscular. Entonces aparece el color marrón.
Tras la lesión, se descompone el tejido muscular y se libera esa mioglobina que termina eliminándose por la orina. No obstante, pueden aparecer otros síntomas como dolor muscular o debilidad, aunque el Manual MSD explica que "este trío de síntomas está presente en menos del 10 % del total de los casos".
¿Te estás hidratando correctamente?
Ya hemos visto que el color de la orina normal es el ambarino claro, que es síntoma, además de un buen estado de salud urinario, de una correcta hidratación. Pero, ¿cuánta agua debemos beber para estar adecuadamente hidratados?
Se aconseja beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día, cantidades que pueden variar según las condiciones climáticas y de ejercicio físico que practique cada persona.
Por otro lado, el agua, como todo, es malo en exceso: Una ingesta excesiva de líquidos conlleva una frecuencia miccional muy elevada, tanto de día como de noche, interrumpiendo el tan necesario descanso nocturno y haciendo que esa persona viva en el cuarto de baño. Eso, además de mermar su calidad de vida, puede dilatar de manera excesiva su vejiga, trayendo consigo consecuencias a medio y largo plazo, a veces irremediables.
Añadir nuevo comentario