Un 25 % de los niños en Canarias corren el riesgo de caer en la pobreza debido a los precios de la vivienda

En España, la vivienda se convierte cada vez más en un factor que contribuye al aumento de la pobreza infantil, y Canarias se encuentra entre las regiones más afectadas, sólo superada por Melilla. Esto coloca a cerca de 377.000 niños y adolescentes canarios en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que suma un total de 780.000 en toda España.

Un 25 % de los hogares en Canarias se encuentran en riesgo de pobreza infantil y exclusión social

En España, la vivienda se está convirtiendo en un factor crucial que contribuye al alarmante aumento de la pobreza infantil, y Canarias está en la vanguardia de esta tendencia, solo superada por Melilla. 

Según el reciente informe 'Yo también vivo aquí' de Unicef, el 25 % de los hogares en las Islas con niños a su cargo tienen dificultades para pagar los gastos relacionados con la vivienda, lo que pone en riesgo a cerca de 377.000 niños, niñas y adolescentes canarios de caer en la pobreza o la exclusión social, sumando un total de 780.000 en toda España.

Esta problemática se debe al encarecimiento progresivo de la vivienda en Canarias, exacerbado en los últimos años por el crecimiento de los precios, la escasez de viviendas en alquiler, la falta de inversión en viviendas de protección social y la carencia de vivienda pública. Este panorama afecta a casi la mitad de los residentes en las Islas, especialmente a los menores, vulnerando su derecho a una vivienda digna y teniendo graves consecuencias en su desarrollo, educación y salud mental y física.

A pesar de una cierta estabilización de los precios tras la crisis de 2008, la entrada de inversores globales ha llevado a un aumento considerable de los alquileres y el valor de los inmuebles. Los salarios, sin embargo, han aumentado de forma mucho más moderada, lo que ha exacerbado la brecha entre ingresos y costos de vivienda.

El gasto en vivienda y suministros se ha convertido en el principal gasto de los hogares, representando el 32,5 % de sus presupuestos, lo que supone un aumento significativo desde el 25 % de media en 2006. Este peso es aún mayor en los hogares con menores ingresos, donde el coste de la vivienda y los suministros puede llegar a representar el 42 % de su presupuesto, según Unicef.

La crisis habitacional en España se agrava por la discriminación

La crisis habitacional en España se ve agravada por la discriminación y las barreras en el acceso a la vivienda, basadas en la etnia, nacionalidad e incluso el tipo de familia, como las monoparentales. Esta situación tiene un impacto significativo en los derechos de los niños y adolescentes, según Unicef. La tasa de pobreza infantil en España es del 28,9 %, lo que significa que 2,3 millones de niños la sufren, y otros 780.000 están en riesgo, elevando la tasa al 38,6 %.

Esto no solo afecta el derecho fundamental de los menores a una vivienda digna, sino que también repercute en su salud física y mental, educación, acceso al ocio y relaciones sociales, según el estudio de Unicef. Se destaca la preocupación por el impacto en la salud física debido a la exposición a temperaturas extremas, como el frío o calor excesivo.

En Canarias, el 16,5 % de los hogares con niños no pueden mantener una temperatura adecuada durante las estaciones más duras, ligeramente por debajo del promedio nacional del 16,7 %. Los problemas de salud mental y bienestar están vinculados al hacinamiento o la incertidumbre sobre el futuro, como los casos de desahucio o dificultades para pagar las facturas.

Una situación que afecta a niños y adultos

Según Unicef, esta situación en Canarias aumenta el estrés tanto en niños como en adultos, lo que complica incluso la crianza adecuada. La falta de espacio, privacidad y recursos básicos como material escolar, electricidad o una temperatura adecuada dificultan el éxito educativo y fomentan el absentismo.

Además, debido a problemas como humedades o falta de higiene, los niños pueden ser señalados en la escuela por su olor o aspecto. En Canarias, el 10,7 % de los hogares sufren problemas de contaminación o suciedad, apenas 1,1 puntos por debajo de la media nacional del 11,8 %.