El Test de Sangre Oculta en Heces ayuda a detectar el cáncer de colon

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31/03/2022 - 11:25
La detección precoz del cáncer de colon puede salvar muchas vidas

Lectura fácil

El cáncer de colon es uno de los más frecuentes en la actualidad, pero también uno de los más fáciles de tratar si se consigue detectar a tiempo. Por eso, existen diversas pruebas que pueden ayudarnos a saber esta información, entre ellas el Test de Sangre Oculta en Heces (TSOH).

Una prueba no invasiva y nada molesta para frenar el cáncer de colon

Existen varias pruebas médicas que nos ayudan a conocer el estado de nuestro organismo, también conocer la presencia o no de uno de los tipos de cáncer más comunes entre la sociedad: el cáncer de colon. Actualmente hay miles de personas en España que lo sufre, sin embargo, existe una prueba rápida y sencilla que puede ayudar a la detección precoz. Se trata del Test de Sangre Oculta en Heces (TSOH).

El test, según la AECC, salva 4.000 vidas al año solo en España. Además, se trata de una prueba muy sencilla y nada molesta. A la hora de realizarse, se recoge una muestra de excremento ya depositado, por lo que “se trata de una prueba no invasiva y, por lo tanto, nada molesta, que intenta determinar la presencia de sangre no visible en las heces con el objetivo de detectar a tiempo pólipos o lesiones en el colon que podrían derivar de un tumor maligno, señala la Asociación Española Contra el Cáncer.

La efectividad de la prueba se centra en que los vasos sanguíneos más grandes de los pólipos o cánceres colorrectales son muy frágiles, por lo que se pueden lesionar durante el paso del excremento y liberan sangre en el colon o el recto. En algunos casos es necesario que el paciente acuda a un laboratorio, ya que a veces el sangrado no se observa a simple vista.

¿Cuáles son los pasos para hacer el test?

El test de sangre oculta en heces se realiza sobre una muestra que la persona puede obtener en el baño de su casa a través de un sencillo dispositivo. En él se incluye un tubo. Una pequeña espátula, unos guantes y un sobre para guardar la muestra. También puede incluirse un papel para depositar las heces. Algunos programas relacionados con enfermedades como el cáncer de colon, Prevecolon de la Comunidad de Madrid recomiendan:

  1. Colocar papel higiénico en la taza del inodoro, de forma que los excrementos se queden en el papel.
  2. Defecar directamente sobre el papel higiénico, evitando que las heces de las que se va a tomar la muestra entren en contacto con el agua del inodoro o con orina.
  3. Desenroscar el tapón verde con el bastoncillo para la recogida y pinchar con la varilla en las heces por distintos lugares.
  4. Colocar el tapón verde dentro del tubo y volver a enroscarlo. Ahora que está bien cerrado, agitar y no abrir en ningún caso.
  5. Guardar el tubo en la bolsa y conservarlo en el frigorífico. Entregarlo en un máximo de tres días en el Centro de Salud con el volante de solicitud.

Este tipo de cribado para la detección del cáncer de colon está dirigido a los hombres y mujeres de entre 50 y 69 años, ya que es donde existe una mayor presencia. La prueba está desaconsejada si hay un sangrado activo (menstruación o presencia de hemorroides). En el caso de tratarse de personas con criterios de alto riesgo personal, o riesgo de cáncer familiar o hereditario, las pruebas se harán mediante colonoscopia.

Resultados positivos o negativos, ¿qué debemos hacer?

Uno de los momentos más complicados a la hora de tratar con este tipo de pruebas es conocer el resultado. En el caso de que se detecte sangre en las heces, será necesario acudir a un médico de Atención Primaria, ya que el sangrado no siempre significa que exista cáncer de colon, sino que puede deberse a otras patologías.

En la mayoría de los casos positivos se realiza una colonoscopia, donde puede extirparse los pólipos benignos o los hallazgos que se descubran para evitar un posible cáncer de colon en un futuro. Si el resultado es negativo, las personas participantes recibirán cada dos años una invitación para participar en el programa de cribado.

La presencia de este tipo de pruebas puede disminuir la mortalidad a corto plazo entre un 30 % y un 35 % según los datos de la Asociación Española contra el Cáncer, llegando a salvar la vida de miles de personas cada año, aumentando así el nivel de supervivencia.

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