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Un buen número de mujeres con cáncer de mama quedan sistemáticamente rezagadas por la inacción ante las desigualdades y el sufrimiento oculto, pese a las mejoras significativas en investigación, tratamiento y supervivencia.
Así se explica en un nuevo estudio de la Comisión de Cáncer de Mama de The Lancet, donde expone que está enfermedad que ahora es común, gracias a los avances se conseguía la supervivencia de 7,8 millones de mujeres vivas a finales de 202 tras el diagnóstico, reduciendo la mortalidad en más de un 40 % en países desarrollados.
Sin embargo, unas 685.000 mujeres murieron por esa enfermedad en 2020, con desigualdades y sufrimiento relacionados con los síntomas físicos, la desesperación emocional y la carga económica, que a menudo se ocultan y se abordan de forma inadecuada.
La enfermedad que causa el cáncer de mama viene acompañada por síntomas físicos y emocionales, así como carga económica
Según el análisis, existe un progreso desigual relacionado con los casos de cáncer de mama metastásico (MBC, por sus siglas en inglés). Se desconoce cuántas personas conviven con esa enfermedad y muchas se sienten abandonadas.
Registrar las recaídas en los registros de cáncer para identificar a aquellos con MBC y cambiar las actitudes sociales negativas hacia esa enfermedad podría facilitar un apoyo óptimo para esta población de pacientes.
Los costes y el “sufrimiento oculto” de la enfermedad pueden ser financieros, físicos, psicológicos, emocionales y sociales, con impactos en los pacientes, las familias y la sociedad en general.
Muchos de los costes asociados con el cáncer de mama no se miden adecuadamente y los formuladores de políticas y la sociedad los pasan por alto. Se necesitan nuevas herramientas y métricas para exponer estos costes para satisfacer las necesidades de las personas afectadas por la enfermedad en todo el mundo.
Las mujeres afectadas a menudo tienen una sensación de falta de poder después del diagnóstico. La Comisión sugiere que una mejor comunicación entre la paciente y los profesionales de la salud es crucial para mejorar la calidad de vida, la imagen corporal y la adherencia al tratamiento, con impactos positivos en la supervivencia.
Las estimaciones sugieren que la incidencia mundial del cáncer de mama aumentará de 2,3 millones de casos nuevos en 2020 a más de 3 millones en 2040, y se proyecta un millón de muertes por año por esta enfermedad para 2040. Los países de ingresos bajos y medianos se ven afectados de manera desproporcionada.
"El público, los responsables políticos e incluso los profesionales de la salud siguen sin entender bien el MBC", afirma Lesley Stephen, defensora de los pacientes, que continúa: “Algunas pacientes me han dicho que se sienten 'descartadas'. Esta sensación de ser ignoradas y abandonadas puede significar que es menos probable que busquen ayuda o participen en investigaciones que puedan ayudarlas. Un diagnóstico de MBC no debería impedir la contribución de una persona a la sociedad, pero las pacientes con enfermedad metastásica necesitan más apoyo e información para sentirse valoradas”.
Los autores defienden que un mínimo del 70% de los registros en todo el mundo analicen el estadio y la recaída del cáncer. Estos datos podrían impulsar mejoras significativas en la atención, los resultados y el bienestar emocional del MBC entre las pacientes.
Inclusión social y un cambio de percepción aliviaría el sufrimiento e incluiría a todas y cada una de las pacientes
También son primordiales las iniciativas que promuevan la inclusión social de las personas que viven con cáncer de mama metastásico; por ejemplo, cambios en las leyes del mercado de trabajo que permitan acuerdos laborales más flexibles. Con un cambio de percepción, tal vez sea posible tratar a la mayoría, aliviar el sufrimiento de todos y no olvidar a nadie que viva con MBC, sostiene la Comisión.
Además, esta Comisión pide que todos los profesionales sanitarios en todos los países reciban formación en habilidades de comunicación y que las pacientes participen en todas las etapas de la investigación clínica sobre el cáncer de mama, desde el concepto hasta la traducción a la práctica clínica.
Los autores también abogan por mejores programas de detección temprana, comenzando con esfuerzos para promover el cambio de etapa en el diagnóstico, de modo que al menos el 60 % de los cánceres invasivos confirmados sean enfermedades tempranas (etapas uno o dos).
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