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Hoy nos sumamos a la conmemoración del Día Mundial de las Cardiopatías Congénitas que se celebra cada 14 de febrero con el objetivo de realizar una jornada mundial para la prevención temprana de esta enfermedad, donde los pacientes afectados puedan recibir el debido tratamiento y de esta manera se pueda garantizar una mejor calidad de vida.
¿Qué son las cardiopatías congénitas?
Según la Fundación de Ayuda a los Niños con Problemas de Corazón, en España nacen cada año 4.000 niños con problemas de corazón. Sin embargo, a pesar de esta cifra, son unas grandes desconocidas. Familias, voluntarios y amigos de Menudos Corazones se implican con pequeñas acciones cada 14 de febrero para concienciar sobre las cardiopatías congénitas en nuestro entorno. Por su proximidad, resultan muy efectivas.
Estas enfermedades son defectos en el corazón, por alteraciones sufridas durante el desarrollo fetal. Se trata de la patología congénita más frecuente: 10 bebés nacen al día con ella en España. Son un padecimiento o trastorno, donde el corazón sufre un desarrollo anormal, que normalmente ocurre antes del nacimiento. Desgraciadamente, muchos de los bebés que lo padecen, mueren por esta causa.
Sin embargo, algunos logran sobrevivir y llegar sin problemas a una vida adulta. En relación a su cura, una patología crónica es para toda la vida y requiere atención especializada, pero según el tipo, puede ser simple o compleja y afectar a uno o varios de los componentes del corazón. Cada caso precisa un tratamiento diferente. Algunos bebés necesitan operación quirúrgica pocos días después de nacer; otros, meses o años después; y muchos de ellos son operados varias veces a lo largo de su vida.
En España nacen unas 4.000 personas con esta patología crónica
Se estima que cada año nacen en España unas 4.000 personas con esta patología crónica. Cada día las tasas de supervivencia aumentan y, por tanto, no solo hablamos ya de niños y niñas con cardiopatías congénitas, sino también de adolescentes, jóvenes y adultos con un corazón y unas necesidades especiales.
Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) señalan que actualmente se desconocen las causas de las cardiopatías congénitas, aunque asegura que sí se sabe que existen factores predisponentes, como la edad elevada de la madre, la ingesta de determinadas medicinas durante el embarazo, o la exposición a radiaciones.
La gravedad es muy variable y no todos los casos precisan de cirugía. La mayor parte de los bebés nacidos con este tipo de enfermedades se encuentran bien y los síntomas no aparecen hasta pasado un período de tiempo que puede oscilar entre unos pocos días a varios años. Aunque la mayoría de las cardiopatías congénitas pueden ser diagnosticadas en el feto, lo que permite adoptar la actitud considerada más correcta.
Síntomas de esta enfermedad en niños
La Asociación Española de Pediatría señala que en niños ya nacidos la primera sospecha de la enfermedad la suele establecer el pediatra al escuchar un soplo en el niño, bien al nacimiento o en una revisión de rutina. Aunque la mayor parte de los soplos en niños suelen ser benignos, o sea de tipo funcional, por lo que la mera presencia de un soplo no es indicativa de la existencia de una enfermedad del corazón.
En cuanto a que los padres puedan observar determinados signos, indica que los niños que padecen esta enfermedad pueden tener síntomas y signos que serán distintos según la edad. En el caso de los lactantes pueden tener fatiga con las tomas, poco apetito, poca ganancia de peso, a veces están pálidos, sudorosos o tienen un color azulado; esto dependerá del tipo que tengan.
Los niños mayores o adolescentes suelen presentar fatiga con los esfuerzos, cansancio y dificultad respiratoria, aunque estén en reposo, y mantiene que estos síntomas serán más intensos cuanto más grave sea la cardiopatía.
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