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Así se desprende del informe sobre perspectivas energéticas que acaba de publicar, denominado Energy Outlook 2030. Este informe, es un compendio de previsiones sobre cómo evolucionará el sector energético en los próximos años. El informe ha sido presentado en Adipec, el congreso mundial del petróleo que se está celebrando en Abu Dabi, capital de Emiratos Árabes.
Evolución del sectro energético para los próximos años
Igual que otros informes del sector energético -como el que elabora la Agencia Internacional de la Energía desde hace años-, el documento de Cepsa incide en la relevancia que van a tener fenómenos empresariales y económicos dentro de la energía, como el avance de las renovables, la apuesta por el medioambiente y la reducción de emisiones contaminantes (descarbonización).
Uno de los puntos que más destaca Cepsa es su visión sobre el coche eléctrico. Este fenómeno, que se ha convertido en una de las grandes apuestas de algunos sectores y Gobiernos, es contemplado por la petrolera con moderación. "En 2030, la flota de vehículos de pasajeros será un 25-30% más eficiente de lo que es hoy en día y, aunque los vehículos eléctricos ganarán terreno, esta flota seguirá siendo abastecida mayoritariamente por combustibles fósiles", dice el informe.
Es la primera vez que una empresa de hidrocarburos, a título individual, se posiciona con un informe en este asunto, que está levantando todo tipo de ampollas.
Cepsa no ven con tantas prespectivas de crecimiento Futuro al coche eléctrico
Las expectativas de Cepsa con respecto al coche eléctrico contrastan con el enorme optimismo de las empresas eléctricas, que ven en el vehículo híbrido o que funciona con baterías una forma de crecer en todo tipo de mercados, tanto maduros como en desarrollo. La semana pasada, las autoridades de Bruselas, por su parte, lanzaron una ofensiva normativa para forzar a los fabricantes automovilísticos a introducir más vehículos eléctricos en el mercado.
Según los datos de Cepsa, de los 85 millones de vehículos que se vendieron en el mundo en 2015, solo el 1% eran totalmente eléctricos y el 2% híbridos (eléctricos y con motor de combustión). En 2020, su previsión es que se vendan 92 millones, de los que el 3% serán eléctricos y el 6% híbridos. En 2030, las ventas serán de 106 millones, de los que 16% serán eléctricos y 25% híbridos. La mayoría (59%) seguirán siendo de motor de combustión. Para entonces, habrá 1.500 millones de vehículos circulando en el mundo, de los que el 85% seguirán siendo de motor tradicional. Es decir, habrá 53 millones de vehículos eléctricos, frente a 2 millones ahora.
El gran reto para la petroleras, el vehículo eléctrico
Para las petroleras, el vehículo eléctrico es uno de los mayores retos a los que tendrán que hacer frente en los próximos años. En estos momentos hay un intenso debate en el sector, no exento de polémica, sobre qué es empresarialmente mejor: ¿avanzar en la eficiencia de los motores actuales de los vehículos o apostar directamente por el eléctrico? Antonio Brufau, presidente de Repsol ha arremetido en varias ocasiones contra el coche eléctrico, tachando su tecnología de inmadura, o diciendo que es falso que no emita CO2, por toda la cadena industrial que hay detrás para que puedan funcionar.
Para las empresas automovilísticas, cada vez resulta más costoso en términos de inversión en I+D seguir avanzando en la eficiencia de los motores de combustión, con lo que se van a ver abocadas a la reconversión hacia el motor eléctrico para cumplir con los requisitos de reducción de emisiones.
A la industria de hidrocarburos, cada escenario que se pueda producir en relación a los coches del futuro le afectará en mayor o menor medida. Si no se hiciera nada, se pasaría de 95 millones de barriles de petróleo de producción al día a 131 millones en 2030. Si se lograran eficiencias del 40% en los motores actuales de combustión de los coches, el volumen de barriles caería a 80 millones. En cambio, si el 100% de los coches que se vendieran fueran eléctricos, el volumen bajaría hasta los 75 millones.
Un millón de eléctricos en España
España, según Cepsa, no alcanzará el millón de vehículos de vehículos eléctricos circulando hasta 2030. Entonces, el impacto sería una disminución del 1% en hidrocarburos. Sería un 4% de la flota en ese momento, 25 millones.
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