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El president Torra tiene presente en su calendario el próximo jueves día 17 de septiembre, al ser la jornada en la que el Tribunal Supremo realizará la vista para estudiar el recurso que el líder catalán puso contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que lo condenó a un año y medio de inhabilitación y multa de 30.000 euros por un delito de desobediencia.
La citación a Torra
El president incumplió la orden de la Junta Electoral Central en el trascurso de las primeras elecciones generales en abril de 2019 de retirar una pancarta del balcón del Palau de la Generalitat con un lema a favor de los líderes independentistas en prisión y un lazo amarillo. Fueron jornadas de alta tensión, el Palau fue protagonista de este hecho en vez de ser un edificio que guarda la lealtad institucional y neutralidad de la sociedad catalana.
Tras estudiar la causa por la que se imputa a Torra, el Tribunal ahora debe reflexionar sobre si admite o no el recurso del president. En el caso de no aceptar el recurso, la sentencia será firme hacia el líder catalán. El jueves conoceremos la resolución del tribunal, en el caso de no admitir el recurso, el presidente catalán quedaría inhabilitado desde ese instante.
En caso contrario, si se acepta el recurso desde el Tribunal, comenzaría un periodo de trámite para analizar la causa de desobediencia. En este sentido, la decisión se podría demorar unos días, sin conocer cuál sería ese margen de tiempo.
Torra indicó en el juicio: “Sí, desobedecí porque era imposible cumplir una orden ilegal”. Este testimonio fuer recordado por el Ministerio Público, quién reclama que se confirme la pena de inhabilitación para el president. El Ministerio Público solicita, además, una multa y resaltan que Torra admitió este delito.
Por su parte, el abogado de Torra explica que no acatar esta orden, “no es un delito”. Sobre este recurso, el abogado del president, señala que “el presidente catalán es víctima de una palmaria persecución política”.
La crisis política en Cataluña
Hay voces que se atreven a anunciar elecciones autonómicas para febrero o marzo de 2021. Un claro aviso de que el terreno no es sólido y las pisadas no advierten seguridad para la buena gobernanza.
Desde JxCat se señala que la intención del president es recibir la inhabilitación desde el Palau y gobernando. La intención del president es recurrir, según fuentes del JxCat, a instancias europeas y que así el proceso se dilate en el tiempo. Se provocaría con este itinerario un gobierno en Cataluña con un president inhabilitado.
Otras fuentes indican que, con esta maniobra, la intención de Torra es apretar a ERC. Se debe presentar un nuevo candidato tras la inhabilitación y se pide a ERC que no se manifiesten ante lo que sería una situación realmente anómala en una Comunidad Autónoma.
¿Y qué ocurre mientras tanto con Carles Puigdemont? La estrategia pasa por dilatar el recurso y hacer tiempo para que el de Bruselas constituya un nuevo partido con el que presentarse a las próximas elecciones en Cataluña.
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