Un mes después de la crisis migratoria en Ceuta, la relación entre España y Marruecos continúa en sus peores momentos. El desencadenante del conflicto es la hospitalización del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
La ONG ha remarcado que dispone de programas de acogimiento residencial y familiar en los que se pueden integrar los niños y las niñas no acompañados en Ceuta.
Una patrullera de la Gendarmería marroquí impidió la llegada a la ciudad autónoma española de una decena de personas que se habían arrojado al mar en las inmediaciones de la frontera ceutí.
España debe entender que, décadas atrás, nosotros fuimos como los inmigrantes de Ceuta. Nuestros abuelos viajaron alguna vez al extranjero en búsqueda de una vida mejor. Debemos entender en 2021 que ningún ser humano es ilegal.
El Gobierno ha devuelto en caliente a más de 5.000 inmigrantes en Ceuta. Este Gobierno comenzó su mandato siendo muy comprensivo con la situación del Aquarius y ha terminado haciendo oídos sordos a la crisis migratoria de Ceuta.