Lectura fácil
Lleva un tiempo ocurriendo en España aunque no es una práctica que busque llamar la atención especialmente. Sin embargo, cada vez va en aumento y en Madrid ya es una de las adicciones más atendidas por los centros de apoyo y desintoxicación. El 'Chemsex', por su terminología inglesa, lugar en el que nació, se lleva popularizando en nuestro país desde 2015 y supone un especial riesgo para la salud de las personas que lo practican.
El número de adictos al 'Chemsex' ha subido ampliamente, desde que se reportasen los primeros casos en España en 2017, cuando el Centro de Atención ambulatoria de Drogodependencia (CAD) atendió a 50 pacientes con esta patología. En 2021, según datos del Área de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, la cifra subió hasta los 350 casos solo en esta Comunidad. Esto ha hecho que se inicien campañas de sensibilización y formación, para evitar que este tipo de prácticas afecte a la salud de las personas.
¿Qué es el 'Chemsex'?
El término 'Chemsex' viene del inglés y hace referencia a las prácticas sexuales bisexuales u homosexuales, específicamente, que incluyen el uso y el consumo de drogas para conseguir alargar o mejorar la experiencia. Tiene sus propios términos dentro de la jerga española, como sesión, colocón, fiesta o vicio, entre otros. Tanto el término como la práctica en si misma, surgieron en Reino Unido, y se considera que llegó a España en 2015, momento en el que se vivió un especial repunte del aumento de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)
Por otro lado, según datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, la práctica del 'chemsex' suele hacerse en un contexto de ocio o de encuentros sexuales programados especialmente con desconocidos, esta se considera una de sus características, al igual de que no se puede considerar como un consumo de drogas cualquiera, ya que está muy vinculado a un sector concreto, en este ambiente definido. También cuenta con una serie de sustancias que suelen ser las habituales de consumo, entre las que se encuentran la cocaína, el éxtasis líquido, la conocida coloquialmente como popper o la metanfetamina.
Los riesgos de esta práctica
Los riesgos de este tipo de práctica sexual son más que claros: el riesgo de generar adicciones y el de sufrir alguna infección de transmisión sexual. Hace varios años, cuando se empezó a escuchar de esta práctica por primera vez en España, el director del Centro de Tratamiento de Adicciones de Madrid (CETRAD), Andrés Quinteros, ya hizo una observación sobre este asunto "las personas que ahora frecuentan los 'chemsex' llenarán los centros de adicciones". Aún no se ha llegado a tal punto, pero el incremento de atenciones por adicciones es constante.
Otro de los aspectos más peligrosos del 'chemsex' es el riesgo de poder contraer una ITS, ya que en un contexto de drogas y de encuentros con varias parejas sexuales, es muy difícil asegurar el uso de la protección adecuada para evitar este tipo de contagios. Pero además, según el Ministerio de Sanidad, puede tener otros riesgos como el de sufrir algún tipo de agresión sexual, una sobredosis o perjudicar gravemente la salud sexual y mental de la persona.
Añadir nuevo comentario