Los riesgos y el impacto negativo de abusar de los chicles en nuestra salud bucal

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09/02/2025 - 10:00
Consecuencias de mascar chicles

Lectura fácil

Al masticar un chicle, lo que estamos ingiriendo principalmente son gomas, aditivos y azúcar. Desde un punto de vista nutricional, no ofrece ningún valor, ya que solo aporta azúcares vacíos. A pesar de estar presente en nuestra rutina diaria, no se considera un alimento nutritivo. Luisa Solano, profesora de Nutrición, señala que no es recomendable desde la perspectiva de un nutricionista, ya que no contribuye a una dieta equilibrada.

¿Qué piensan los expertos acerca de mascar chicles?

Al mascar un chicle, estamos ingiriendo principalmente goma, aditivos y azúcar, pero no obtenemos ningún beneficio nutricional. La mayoría de estos productos están compuestos por sustancias que, aunque nos resultan agradables en el momento, no aportan nada a nuestra salud, más allá de los azúcares vacíos que pueden tener efectos negativos si se consumen en exceso.

La nutricionista Luisa Solano explica que, desde el punto de vista de la nutrición, el chicle no debería considerarse un alimento, ya que no tiene valor nutricional real y su consumo no está recomendado.

A pesar de esto, los chicles, al igual que otros productos como las gominolas o las nubes, pasan por estrictos controles de seguridad y calidad, lo que asegura que los aditivos sean utilizados en cantidades reguladas y sean seguros para el consumo.

Sin embargo, la recomendación de los expertos sigue siendo optar por versiones sin azúcar para minimizar el impacto negativo en la salud, particularmente en lo que respecta a la salud dental.

Consecuencias en nuestra salud bucal

El mayor riesgo de los chicles está relacionado con la salud bucal. El azúcar contenido en los chicles favorece el crecimiento de bacterias en la boca, lo que puede derivar en caries y problemas dentales.

Además, masticar constantemente podría afectar la mandíbula y las articulaciones maxilares, especialmente si el tiempo de masticado se extiende demasiado. Otro efecto negativo es el impacto gástrico: al masticar, el cuerpo se prepara para digerir un alimento que no llega, lo que puede resultar en un aumento de los ácidos gástricos y, con el tiempo, problemas como gastritis.

Aunque el consumo de chicles no sea perjudicial en cantidades moderadas, la recomendación general es evitar su consumo excesivo, ya que no proporciona beneficios, ni como liberador de estrés ni como ayuda para reducir la ansiedad, como a veces se cree.

Y en caso de que traguemos un chicle por accidente, no hay razón para alarmarse: el cuerpo lo eliminará naturalmente a través de la digestión, sin que cause daño alguno.

Innovaciones alimentarias, pero igual de artificiales

En el ámbito de la innovación alimentaria, han surgido alternativas de gominolas que, a pesar de contener azúcar, no incluyen colorantes artificiales como los chicles. En su lugar, se emplean carotenos, un colorante natural derivado de frutas y verduras, lo que las convierte en una opción más saludable, al menos en lo que respecta a los aditivos.

Sin embargo, es importante recordar que esto no las convierte en una opción nutritiva, ya que siguen siendo productos azucarados.

En cuanto a la búsqueda de un reemplazo total para estos productos, la verdad es que no existe uno que sea completamente equivalente. Al igual que no hay una alternativa definitiva para el tabaco, tampoco la hay para los chicles.

Estos no aportan nutrientes esenciales al cuerpo, por lo que no hay un producto que pueda sustituirlos de manera significativa en términos nutricionales.

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