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La sociedad va interiorizando conceptos como el de ‘economía circular’. Un término que hace referencia a una mayor conciencia social y preocupación empresarial por el medio ambiente y la supervivencia de nuestros ecosistemas. Actualmente este concepto se extiende a lo que han denominado: ciudad circular.
La finalidad de una ciudad circular
La esencia de la economía circular es que no se deseche nada, todo puede tener un segundo uso. De este modo, los residuos que generamos vuelven a tener una segunda vida.
Cada vez hay más personas, comunidades, que bajo los principios de la economía circular buscan sentar las bases para crear una ciudad circular. El objetivo es vivir en ciudades más sostenibles y autoabastecidas.
La ciudad británica de Peterborough es un claro ejemplo de ciudad circular. El diario ‘EL MUNDO’ recogía información al respecto: Peterborough tiene más de 150.000 habitantes y ha ganado importantes menciones internacionales, compitiendo directamente con otras ciudades que apuestan por esta filosofía circular, como pueden ser Bristol, una de las ciudades más cosmopolitas de Reino Unido, Nueva York, Glasgow o Toronto.
Steve Bowyer, director de Opportunity Peterborough es responsable de que ciudades como ésta evolucionen. Cree firmemente que con mecanismos circulares se permite crear un valor añadido, reconstruir el tejido social y crear empleo.
Las ‘7 R’ de una ciudad circular
Para medir el grado de circularidad de una economía, o ciudad, se emplean una serie de parámetros conocidos coloquialmente como las ‘7 R’. Son siete indicadores que hacen referencia a la capacidad de la ciudad para:
- Repensar
- Rediseñar
- Reusar
- Reparar
- Remanufacturar
- Reciclar
- Recuperar
Una ciudad circular tiene como principio rechazar la idea estandarizada de producir, usar y tirar. Una vez abandonados estos principios, hay que adoptar aquellos que están vinculados a una economía circular. Este proceso supone rediseñar las estructuras básicas de la economía, es decir, implementar un pensamiento completamente nuevo qué calibrará de nuevo las estructuras establecidas y que, hoy en día, han quedado obsoletas.
La ciudad es protagonista de sus cambios y evolución
La ciudad será protagonista de importantes cambios trasversales en varios niveles: el propio diseño de la ciudad, sus infraestructuras, los medios de transporte públicos, entre otros. En la economía circular se pone gran atención en la construcción y una ciudad que apuesta por ser sostenible, a buen seguro pondrá atención en este modelo dentro de sus siete pilares de ciudad circular.
En el caso de España, la crisis de 2008, el pinchazo de la burbuja urbanística provocó que miles de construcciones y esqueletos de estructuras quedasen olvidadas. Ahora son residuos en calles céntricas y zonas acotadas a las afueras de las urbes. Se sabe que, en el Reino Unido, la construcción supone unos 400 millones de toneladas de residuos. Si todos estos residuos no fueran reutilizados de forma conveniente, la contaminación y el deterioro ambiental serían muy graves.
La Unión Europea hace hincapié en utilizar la economía circular para favorecer la sostenibilidad de los sistemas de producción. La finalidad es que, los recursos que no sean necesarios, se puedan reutilizar o volver a insertar en los ecosistemas naturales de los que provienen.
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