Las ciudades avanzan hacia un futuro más justo, verde y sostenible

La dirección de Hábitat de Naciones Unidas ha publicado un informe que pretende servir como hoja de ruta para garantizar que la política se traduzca en la práctica en lo que respecta al futuro de las ciudades. El documento proporciona la base para la tan necesaria acción a nivel local en materia de ordenación del territorio, pobreza, desigualdad, economía y gobernanza.

Las ciudades son los lugares en el mundo donde más se consume agua y energía, donde el transporte causa los mayores índices de contaminación, y donde más se generan residuos que van a parar al mar o terminan dañando el medio ambiente, claves para la recuperación de la crisis económica.

La pandemia ha puesto de manifiesto el alcance de las desigualdades en las grandes ciudades

Los núcleos urbanos han estado en la vanguardia de la crisis, siendo las ciudades las más perjudicadas en cuanto a pérdidas de empleo y cierres definitivos. Las grandes urbes fueron, sin dudas, las más afectadas tras el paso de la COVID-19. Sin embargo, también hay que reconocer que las ciudades son motores de dinamismo e innovación de cara a un futuro más sostenible.

La reconstrucción abre a las ciudades una oportunidad de cambiar, pero cambiar para ser mejores. Es posible pensar estos lugares como palancas de trasformación hacia el desarrollo sostenible. Las grandes urbes tienen la capacidad y el potencial para encabezar las reformas hacia un nuevo contrato social que ponga a las personas y al planeta en el centro.

Las ciudades del futuro deberán apoyarse en los procesos de energías verdes y renovables

Es necesario que haya un cambio de modelo energético que apunte al establecimiento de nuevas energías limpias que puedan favorecer a las nuevas ciudades sostenibles.

Ante este desafío los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS) pueden ser los grandes aliados para luchar contra la pobreza, reforzar la protección social, restaurar la confianza pública y llegar a la gente que está en los márgenes o que se enfrenta a la discriminación.

Y, tal como apunta Diario Responsable, pueden ayudar a construir una nueva economía urbana que invierta en infraestructuras sostenibles, reduzca el riesgo de catástrofes, utilice soluciones basadas en la naturaleza para hacer frente al cambio climático y garantice el acceso digital, la cobertura sanitaria la escolarización y la vivienda para todos y todas.

Claves del documento de la dirección de Hábitat de Naciones Unidas

Desde Madrid a Buenos Aires, pasando por Tokio. Incluso las que cuentan con los recursos suficientes para sobrellevar la incertidumbre económica de los confinamientos y cierres, hoy estas ciudades se declaran en crisis.

Pero también, toda crisis trae su posibilidad de mejora y esta vez es momento de pensar las ciudades como actoras clave para una recuperación justa y ecológica.

El análisis del informe de ONU-Hábitat se centra en las fuerzas que son fundamentales para la configuración de las ciudades y sus funciones. En este se explica el valor de la urbanización sostenible y cómo se ha demostrado que las ciudades generan valor económico cuando están alineadas con el desarrollo sostenible.

Para orientar esas decisiones políticas, y promover que los ODS realmente se cumplen y aporten a la recuperación, el documento se centra en cuatro claves estratégicas para re pensar las ciudades del futuro:

1. Repensar la forma y la función de la ciudad.
2. Abordar la pobreza y la desigualdad sistémicas en las ciudades.
3. Reconstruir una economía urbana "nueva" con paquetes de ayuda económica a medida para ayudar a las pequeñas empresas, trabajadores informales y sectores de riesgo a sobrevivir a la crisis.
4. Aclarar la legislación y la gobernanza urbanas: Reconocer la necesidad de una gobernanza multinivel más integrada y cooperativa entre los gobiernos nacionales, regionales y municipales, con énfasis en el desarrollo de marcos institucionales y financieros más flexibles e innovadores para que las ciudades respondan eficazmente a la crisis.