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La reciente Cumbre del Clima COP28, celebrada en Dubái, concluyó con un acuerdo significativo que, aunque no habla específicamente de poner fin a los combustibles fósiles, sí establece una "transición" hacia su disminución. Este enfoque variará según el consumo de estos combustibles en cada país, incluyendo el petróleo, gas natural y carbón.
Consumo global y perspectivas: Destacados del informe Energy Institute
Según el último informe del Energy Institute, China y Estados Unidos lideran el consumo de combustibles fósiles en 2022, seguidos por varios países europeos, India, Rusia, Japón e Irán.
Aunque los combustibles fósiles aún representan el 82 % de la energía primaria consumida a nivel mundial, las energías renovables, especialmente la solar y eólica, continúan creciendo, alcanzando un 14 %.
Retos y oportunidades: Acuerdo COP28 y desafíos de las tecnologías de captura de carbono
El acuerdo resultante de la COP28 propone una reducción genérica en el uso de combustibles fósiles, pero no aborda explícitamente la eliminación gradual de su producción, lo que era una demanda clave de las organizaciones ambientales.
Además, deja abierta la posibilidad de seguir usando petróleo, gas y carbón con tecnologías de captura de carbono, aunque actualmente estas tecnologías son costosas e ineficientes, representando un reto para avanzar hacia un futuro energético más sostenible.
Hablemos de los combustibles fósiles y lo que les rodea
Los combustibles fósiles son recursos energéticos naturales no renovables, compuestos principalmente por carbono e hidrógeno, que se formaron a partir de la descomposición de restos orgánicos durante millones de años. Los tipos principales incluyen el petróleo, el carbón y el gas natural.
- Petróleo: Es un líquido oscuro y viscoso que se extrae de yacimientos subterráneos. Es la principal fuente de energía para el transporte y se utiliza para la producción de productos como combustibles, plásticos y productos químicos.
- Carbón: Es una forma sólida de carbón mineral que se extrae de minas. Se quema para generar electricidad y proporciona una cantidad significativa de la energía utilizada en muchas partes del mundo.
- Gas Natural: Es una mezcla de hidrocarburos gaseosos que se encuentra en yacimientos subterráneos. Se utiliza principalmente para calefacción, generación de electricidad y como combustible para vehículos.
A pesar de ser una fuente de energía abundante y fácilmente accesible, su extracción y uso tienen impactos negativos en el medio ambiente. La quema de combustibles fósiles libera dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero, contribuyendo significativamente al cambio climático y al calentamiento global.
Debido a su naturaleza no renovable, su agotamiento es inevitable y su explotación genera problemas ambientales como la contaminación del aire, suelo y agua. Por esta razón, existe un creciente interés en el desarrollo de fuentes de energía renovable y tecnologías más limpias para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y mitigar sus impactos ambientales.
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