11/12/2023 - 11:37
Lectura fácil
La Cumbre del Clima COP28, celebrada en Dubái entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre de 2023, se ha considerado una de las reuniones más cruciales desde los Acuerdos de París (2015), aunque su contexto no invita al optimismo.
La elección de Emiratos Árabes Unidos como sede ha sido motivo de controversia debido a su dependencia económica de los combustibles fósiles, siendo uno de los principales emisores de CO2, lo que agrava la crisis del calentamiento global.
Con el sultán Ahmed Al Jaber, ministro de Industria y Tecnología, y el director ejecutivo de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi (ADNOC) como máximos responsables, el enfoque de esta COP28 se centra en tres pilares fundamentales: mitigación de la emergencia climática, adaptación a los efectos del cambio climático y financiación.
En la primera semana, se presentan informes detallados, incluyendo el análisis de la ONU sobre el progreso global en la lucha contra el cambio climático. Durante este periodo, se esperan manifestaciones a nivel mundial, lideradas tanto por organizaciones ecologistas tradicionales como por movimientos emergentes como Extinction Rebellion. La segunda semana se vuelve crucial en términos políticos, con atención especial en las relaciones entre países clave, como EE.UU. y China.
El gran desafío de la COP28 es mantener el objetivo de no superar un aumento de +1,5ºC en la temperatura media global, cuando ya se ha alcanzado un aumento de +2ºC. Esta cumbre se vuelve fundamental para evitar niveles peligrosos de calentamiento, pero se enfrenta a la dificultad de alcanzar acuerdos efectivos alineados con este objetivo. Además, se enfatiza la importancia de la financiación climática, intentando resolver problemas como el Fondo para Compensar Pérdidas y Daños y el incumplimiento de compromisos financieros, mientras se buscan soluciones para acelerar la transición hacia fuentes de energía más sostenibles.
Los desafíos clave de la COP28
El principal desafío de la COP28 en Dubái radica en la necesidad de mantener el objetivo de no superar un aumento de +1,5ºC en la temperatura global, cuando ya se ha alcanzado el umbral de +2ºC.
A pesar de los esfuerzos y compromisos previos, existe un debate sobre la viabilidad de mantener esta meta para el año 2100, incluso con drásticas reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero.
La preocupación por el incumplimiento de los compromisos financieros y la falta de avances en la mitigación y adaptación al cambio climático son temas cruciales que se mantienen sin resolver desde la COP27.
La financiación juega un papel esencial en la transición hacia una economía más sostenible. La discusión se centra en el establecimiento de un Fondo para Compensar Pérdidas y Daños, así como en determinar quién asumirá la responsabilidad de financiar las consecuencias de los desastres climáticos. Sin embargo, a pesar de los avances, persisten obstáculos para implementar estos fondos de manera efectiva.
El rol de los países y el compromiso climático
La COP28 destaca la importancia de la contribución de los países signatarios para cumplir con los objetivos climáticos.
Se espera que los países presenten sus metas de reducción de emisiones de CO2 y avancen hacia la eliminación gradual de los combustibles fósiles. Aunque algunos países han mostrado avances en la transición a energías renovables, otros todavía están rezagados en sus compromisos de descarbonización. Los desafíos actuales incluyen la falta de ambición en la reducción de emisiones y la lentitud en la transición hacia energías más limpias, lo que pone en peligro la consecución de los objetivos climáticos globales.
La COP28 se convierte así en un hito crucial para el futuro del planeta, donde la necesidad de acelerar la acción climática y la financiación para la transición hacia un modelo más sostenible son fundamentales para evitar los impactos más devastadores del cambio climático.
Añadir nuevo comentario