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El Banco Europeo de Inversiones (BEI) reveló que el 69 % de los españoles apoya que el Gobierno compense económicamente a los países pobres por los efectos del cambio climático.
Esta cifra, nueve puntos superior a la media de la Unión Europea, es parte de los hallazgos de la sexta encuesta sobre clima realizada antes del inicio de la COP28 en Dubái.
La encuesta fue llevada a cabo entre los pasados meses de agosto y septiembre, y sus resultados se basan en las respuestas de más de 30.000 ciudadanos de la UE, Estados Unidos, China, India, Japón, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Canadá y Corea del Sur.
Preocupaciones clave de los españoles
El aumento del costo de vida preocupa al 68 % de los encuestados, ubicándose entre los tres problemas principales del país, en línea con el promedio de la UE.
Sin embargo, para el 52 % de los españoles, los efectos del cambio climático y la degradación ambiental son graves, superando por dos puntos la media comunitaria.
La encuesta señala que el 66 % de los españoles (siete puntos por encima de la media de la UE) son partidarios de pagar más impuestos sobre la renta para ayudar a los hogares con menos ingresos a hacer frente a los costes de la transición ecológica. El 50 % estaría dispuesto a que la presión fiscal sobre sus ingresos aumentara un 1 % o 2 %, y el 16 %, entre un 5 % y un 10 %.
El 78 % respalda la eliminación de subvenciones a la industria aeronáutica y empresas dependientes de combustibles fósiles, superando por cuatro puntos la media europea.
El cambio climático preocupa a los españoles debido a sus impactos directos y amenazas significativas para el entorno natural, la salud humana y la economía. España ha experimentado cambios en los patrones climáticos, como olas de calor más prolongadas, sequías recurrentes y eventos climáticos extremos, que han afectado la agricultura, la disponibilidad de agua y han aumentado el riesgo de incendios forestales.
Además, el país está expuesto a la subida del nivel del mar, lo que supone un riesgo para las áreas costeras. Los impactos en el sector agrícola, la pesca, el turismo, la salud y la calidad del aire son preocupaciones clave. Estos efectos no solo representan una amenaza para el bienestar cotidiano, sino que también generan inquietudes sobre la viabilidad económica y social a largo plazo de diversas comunidades.
La creciente conciencia sobre los problemas ambientales y la urgente necesidad de adoptar medidas para mitigar el cambio climático han llevado a una mayor sensibilización de la población española. Las políticas climáticas, la transición hacia energías renovables, la preservación de los ecosistemas y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se han convertido en prioridades para muchos ciudadanos preocupados por el futuro sostenible del país y del planeta.
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