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Cada día descubrimos algo nuevo con un estudio diferente sobre cualquier cosa. En esta ocasión, un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) asegura que seguir una dieta rica en pescado blanco y azul durante los primeros meses del embarazo mejora la capacidad de atención del pequeño.
Para llegar a esta conclusión, los científicos del ISGlobal, centro impulsado por La Caixa, han estudiado la relación entre el consumo de diferentes tipos de pescado durante el embarazo y la capacidad de atención de los niños y las niñas a los ocho años. Los resultados han sido presentados este miércoles por la revista International Journal of Epidemiology.
Un estudio elaborado a 1.641 embarazadas en el que se han tenido en cuenta las frecuencias de consumo
La investigación se ha hecho sobre 1.641 parejas de madres e hijos pertenecientes al Proyecto INMA (Infancia y Medio Ambiente), una red de investigación española dirigida a estudiar el papel de los contaminantes durante el embarazo y sus efectos en la infancia.
Durante el embarazo, las madres cumplimentaron numerosos cuestionarios que contemplaban varias frecuencias de consumo para más de cien alimentos, entre los que se encontraban los distintos pescados.
Los datos de la alimentación de niños y niñas también fueron recopilados utilizando el mismo cuestionario a las edades de uno, cinco y ocho años, y a esta última edad los menores hicieron además una prueba neuropsicológica para evaluar su función de atención.
Es mejor consumir el pescado en el inicio que al final del embarazo o incluso después de nacer
Los expertos se centraron en dos respuestas, las llamadas omisiones, es decir, el número de errores que el examinado pasa por alto en relación al estímulo clave, y la rapidez en la respuesta ante aquellos estímulos que eran detectados, que son indicadores habituales de la atención selectiva y sostenida.
La conclusión del estudio es que "con el consumo de pescado durante el primer trimestre de embarazo se observa un efecto sobre la capacidad de atención de los niños mayor que con la ingesta durante el embarazo tardío o la ingesta por parte de los niños a los cinco años, cuando algunos de los procesos de neurodesarrollo ya han finalizado", ha comentado el investigador del ISGlobal Jordi Júlvez, primer autor del artículo.
La explicación
Así las cosas, los nutrientes del pescado son esenciales en la definición de la estructura y la función del cerebro del feto, "ejerciendo así un gran impacto sobre el desarrollo neuropsicológico posterior". "La atención es un comportamiento complejo que todo niño necesita para aprender, puesto que precede al desempeño de otras funciones primordiales, como la memoria. Nos centramos en la función de atención porque los trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) son patologías comunes durante la edad escolar", ha justificado Jordi Sunyer, director del programa de Infancia y medio ambiente de ISGlobal.
¿Qué tipos de pescado son los adecuados?
Para dar respuesta a lo que muchos ya se estarán preguntando, el estudio contempla también las diferencias entre los distintos tipos de pescados y mariscos: pescado azul, pescado blanco, atún en lata y crustáceos y moluscos. Tanto los hijos y las hijas de aquellas mujeres con una dieta rica en varios pescados como los de mujeres con dietas ricas solo en pescado azul o solo en pescado blanco mostraron unos resultados muy positivos en las pruebas de atención.
Sin embargo, cuando el aporte de pescado a la dieta de las madres se basaba en el atún en lata o el marisco, los resultados fueron inferiores. Pese a los prometedores resultados de este estudio, existen investigaciones anteriores que vinculan el consumo de pescado durante el embarazo con la obesidad infantil, así como con el aumento de la presión arterial.
Por ello, los expertos insisten en la necesidad de más investigaciones en torno a esta temática para determinar con exactitud qué especies de pescado y en qué cantidades son beneficiosas para el desarrollo fetal.
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