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En estas fechas el jamón ibérico se ha convertido en el producto estrella de todas las mesas navideñas. La gastronomía española es sin duda una de las mejores de todo el mundo, por eso, vamos a mostrarte cómo cortar jamón sin que termine en un destrozo total.
Qué necesitas para cortar jamón
Existen varias categorías de jamón dependiendo de la raza, alimentación y manejo del animal, entre ellos distinguimos: Jamón de Cebo Ibérico, Jamón de Cebo de Campo Ibérico, jamón de Bellota Ibérico y jamón de bellota 100 % Ibérico. Cada uno de ellos cuenta con distintas características y un potencial racial ibérico distintos.
A la hora de cortar jamón, se recomiendan algunas herramientas claves:
- Un cuchillo para lonchear, largo estrecho y flexible.
- Un cuchillo deshuesador, pequeño, duro y con punta, que sirve para limpiar y salvar los huesos.
- Un buen jamonero para sujetar la pata de forma firme y segura.
A estas tres herramientas se les puede añadir un cuchillo cebollero más grande para cortar la grasa exterior y la piel. Una vez que tengas todos los elementos, es hora de comenzar a cortar jamón.
Cómo cortar jamón
El jamón es una pieza única y según la parte que estemos tratando habrá que realizar un tipo de corte u otro, por lo que es necesario conocer la división. El producto se divide en: maza, babilla o contramaza, cadera o punta y el jarrete o codillo. La maza suele ser la parte más apetecible, donde más cantidad de carne hay. En cambio, la contramaza situada en el lado opuesto es una zona más curada, y más estrecha.
La primera duda es cómo empezar a cortar el jamón. Para ello, es necesario seguir una serie de pasos:
- La preparación: una vez que el jamón esté situado de una forma correcta y estable en el jamonero, hay que limpiar los bordes de la zona que se va a consumir con un cuchillo fuerte y ancho.
- El corte: es uno de los pasos más importantes a la hora de cortar jamón. Lo principal es empezar los cortes con cuidado, siempre en dirección contraria a la caña y procurando dejar una superficie plana. Las lonchas deben ser finas y acabadas en el ancho de la zona que se está cortando. Mientras avanzas, la grasa y la piel exterior se va retirando. En el caso de que se llegue al hueso, es recomendable dejar de cortar lonchas y aprovechar los restos para utilizaros en algunas recetas.
- La conservación: una vez que el jamón esté abierto, la carne queda expuesta a la luz y a las condiciones atmosféricas, por lo que es necesario protegerlo. Cubrirlo con un trapo de algodón ayudará.
Diferencias entre un jamón normal y uno ibérico
Antes de cortar jamón muchos se fijan en la morfología del producto. En cuanto al cerdo ibérico, este tiene la pala que forma el hueso de la cadera más cóncava, ya que el animal se desplaza por la dehesa. Además, suele ser más largo que un jamón cruzado.
En realidad, se trata de diferencias muy minúsculas a la hora de cortar jamón, pero para muchos profesionales y degustadores de este gran alimento, es una de las cualidades más importantes.
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