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El próximo 9 de mayo decae la prórroga del estado de alarma en España. Esta medida, decretada el pasado 25 de octubre para contener la propagación del coronavirus, provocará previsiblemente que haya una mayor movilidad.
Por eso, es importante tener claras las medidas básicas que hay que adoptar para combatir el virus y que hemos ido conociendo durante este tiempo gracias a los numerosos estudios que se han realizado. De este modo, podremos evitar una quinta ola.
No debemos bajar la guardia ante el estancamiento de la incidencia acumulada
Los expertos alertan ya del riesgo "real" de una quinta ola en ciudades como Aragón. Indicadores como la incidencia acumulada a siete días apuntan a una clara ralentización, y provincias como la de Zaragoza registran incluso leves incrementos que recuerdan la importancia de no bajar la guardia.
El avance de la vacunación invita a pensar en una quinta ola con menos ingresos y casos graves que las anteriores en toda España, ya que los colectivos que saturaron los hospitales en otras ocasiones, como los usuarios de residencias, tienen las dos dosis.
Una de las mayores certezas constatadas en esta pandemia es que el virus de transmite fundamentalmente por el aire a través de los ya famosos aerosoles, pequeñas partículas emitidas por las personas al respirar, hablar, gritar o toser.
Estas gotas de saliva y otros fluidos pueden mantenerse flotando en el aire incluso horas y desplazarse varios metros. Al aire libre existe menos riesgo de contagio, pero en ambientes interiores mal ventilados, si alguna persona está infectada hay muchas posibilidades de contagiarse.
También sabemos ahora que la transmisión del virus por superficies tiene una relevancia escasa. En este caso, el contagio se producía al tocar cualquier superficie con la mano y, luego, llevarnos el patógeno a los ojos, nariz o boca.
Por todo ello, hay una serie de recomendaciones esenciales que se pueden seguir para minimizar los riesgos hasta que se consiga una inmunidad en la población al menos del 70 %.
Mascarillas
Se trata del elemento más importante para frenar los contagios. Se debe usar tanto en espacios abiertos como cerrados, independientemente de que se mantenga la distancia de seguridad.
Para que su eficacia no se vea reducida, es necesario que se ajuste bien a la nariz y que no haya huecos entre el contorno de la mascarilla y la cara.
Entre las mascarillas más recomendadas están la FFP2 y FFP3, que protegen en ambos sentidos y están diseñadas para filtrar las partículas y aerosoles líquidos presentes en el medio ambiente, impidiendo que sean inhaladas por el usuario.
Ventilar espacios interiores
Escuelas, bares, viviendas, oficinas... todos estos lugares públicos y privados, deben tener una ventilación adecuada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado una serie de recomendaciones para mejorar la renovación del aire en espacios cerrados como "abrir las ventanas" o "aumentar el porcentaje de aire de exterior que utiliza" en el caso de los sistemas de ventilación mecánica", entre otros.
Mantener la distancia de seguridad
Mantener la distancia de seguridad de entre 1,5 y 2 metros entre personas tanto en los espacios abiertos como cerrados es otra de las recomendaciones que han hecho las autoridades sanitarias.
Reuniones limitadas
Es aconsejable no reunirse con un gran número de personas, sobre todo en espacios cerrados.
Higiene de manos
Aunque ya hemos comentado que la transmisión por superficies del coronavirus no tiene una gran relevancia, la higiene de manos con agua y jabón o gel hidroalcohólico nunca está demás como herramienta de prevención.
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