¿Cómo imprimir un póster a tamaño real?

Fotografías que capturan momentos importantes, ilustraciones o gráficos que nos gustaría tener siempre a la vista. Hay muchas razones para querer un póster a tamaño real o incluso gigante. 

Quienes deseen tener imágenes a las que tienen especial cariño para decorar sus habitaciones o dar un toque de estilo a un espacio abierto o a un local, pueden hacer realidad su deseo imprimiendo el archivo o la fotografía en formato póster. 

No es complicado, pero a la hora de la verdad pueden surgir muchas dudas, especialmente sobre los aspectos técnicos esenciales que hay que tener en cuenta antes de imprimir. 

Está claro que ninguna impresora doméstica puede hacer este tipo de trabajo, pero al menos la parte gráfica o de preimpresión puede gestionarse de forma independiente, para garantizar que el resultado no defraude las expectativas. 

Por lo general, sería bueno tener algo de experiencia en edición fotográfica o maquetación gráfica, pero prestando atención a algunos pequeños detalles, cualquiera puede elaborar la imagen perfecta para llevarla a imprimir o enviarla para imprimir un póster a tamaño real sin necesidad de tener un profesional a su lado.

Un gran toque de estilo ante tus ojos con un solo gesto

El restyling de una casa o una tienda puede hacerse sin necesidad de un diseñador de interiores. Sobre todo si no quieres modificar la posición de grandes muebles o incluso la gestión del espacio de un local, puedes hacerlo gracias a unos pequeños cambios estratégicos. 

Incluso si quieres cambiar el aspecto de una habitación con un solo gesto, puedes añadir simplemente una imagen grande en el lugar adecuado. Se trata de un cambio estratégico que aporta un aire de frescura y novedad al hogar a un precio módico. 

Con un póster gigante, colocado en el lugar adecuado, toda la habitación parecerá adquirir un nuevo aspecto. Aportar un toque personal a tu casa o a tu entorno de trabajo, a través de una imagen que hable de tus gustos y pasiones, es una gran manera de recordarnos quiénes somos y qué nos gusta hacer.

El póster de la ciudad que más amamos, tal vez fotografiado durante las vacaciones, o el de una obra de arte, o incluso una foto que retrata un momento inolvidable de nuestra vida o de la de nuestros seres queridos.

Todos ellos son recuerdos que crean un ambiente acogedor y familiar, perfecto para amueblar, pero también para tener a la vista lo que más se aprecia. 

Es fácil convertir estas imágenes en lo más destacado de tu casa, sólo tienes que escoger el tipo de impresión, papel adecuados y la mejor ubicación en la pared elegida. 

Para saber cuál es el lugar perfecto, es aconsejable hacer una pequeña prueba visual. 

Para llevar a cabo este tipo de prueba, es suficiente con entrar en la habitación en la que se desea colocar el póster y tomar nota de dónde cae la vista en el primer momento en que se entre en la habitación. 

Ya sea por la exposición al sol, por la disposición de los muebles o por la altura de la pared, está claro que éste será el lugar más adecuado para colocar el póster de tamaño natural. 

De este modo, con un simple póster gigante, toda la habitación adquirirá un nuevo aspecto y la imagen elegida estará siempre ahí, no sólo para decorar la habitación, sino también para recordarte las cosas que más quieres y aprecias.

Consejos para imprimir un póster a tamaño real

Además de la ubicación, hay que prestar atención a los aspectos técnicos inherentes a la imagen y al medio de impresión. 

Cuando se prepara un archivo "listo para imprimir", éste debe cumplir ciertos requisitos gráficos. 

En primer lugar, debe ser una imagen de alta definición, para que cuando se imprima no aparezca lo que los expertos llaman “ruido". 

Este término se refiere al antiestético efecto de que la imagen tenga píxeles evidentes, es decir, los pequeños cuadrados que componen la imagen. 

En cambio, una buena imagen, aunque se amplíe, no mostrará ningún píxel evidente. 

Para estar seguros de que la imagen es buena, hay que comprobar la resolución y que la imagen tenga un peso de al menos 5 MB si se trata de un cartel de, por ejemplo, 70 cm por 100 cm. 

Si tu intención es elegir un sitio donde puede imprimir posters personalizados, seguramente encontrarás una pequeña guía, probablemente durante el proceso de pedido, en la que te preguntarán por las características del archivo (peso, resolución y tamaño).

Estas características pueden variar claramente en función del formato final del póster. 

También hay que prestar atención a la elección del papel utilizado. 

Evidentemente, el papel fotográfico profesional será ideal para retratos o panorámicas. 

Otra opción es elegir un papel estucado brillante que reproduzca a la perfección los pósters y los carteles publicitarios que se ven a menudo en los cines o en las salas de cine.

También puedes utilizar papeles especiales de color marfil o, de nuevo para evocar una atmósfera vintage, convertir la imagen en blanco y negro o en tono sepia. Sin embargo, para hacerlo, necesitarás necesariamente un programa de edición. 

Si tienes cierta experiencia, puedes simplemente importar la imagen y convertirla a tu color preferido. Con este tipo de programas gráficos, también es posible comprobar el tamaño correcto del archivo. 

Muchos programas tienen una herramienta especial, que suele ser una lupa. Si utilizas esta herramienta, lo único que tienes que hacer es ampliar la imagen hasta el 115%. 

Si la imagen ampliada sigue siendo nítida y no aparece fragmentada por los píxeles, entonces el archivo es apto para ser impreso en el tamaño de impresión preseleccionado. Por ello, conviene recordar que el tamaño estándar de un cartel puede ser de 50x70, 70x100 o 100x140 cm.

Conclusión sobre cómo amueblar y renovar tu hogar con un póster a tamaño real

Imprimir un póster a tamaño gigante o con las dimensiones naturales de una fotografía es sin duda muy ventajoso, tanto para decorar una habitación como para reflejar en una imagen lo que más nos gusta. 

Imprimir un póster es también una forma más económica que comprar un póster impreso. 

De hecho, este tipo de producto suele incluir un coste relacionado con los derechos de autor reservados a quienes han creado las imágenes que se comercializan. Por eso, elegir tu propia imagen y recurrir a una empresa especializada en la impresión de pósters e imágenes de gran formato es la opción más acertada. 

Además, si eliges una tienda online, lo más probable es que encuentres todo el apoyo técnico que necesitas para no cometer errores.

Desde el formato del archivo hasta las características del mismo, un sitio web especializado te permitirá sin duda imprimir de forma autónoma, y en unos pocos clics tu póster a tamaño real llegará a tu casa, listo para colgar. 

Existen numerosos soportes en el mercado para hacer la imagen aún más atractiva. Desde los marcos abiertos hasta las varillas hechas específicamente para este soporte, el póster estará listo para ser colgado en la pared con sólo un martillo y un clavo.