El uso excesivo del móvil puede causar daños físicos y mentales

El uso excesivo del móvil se ha convertido en algo muy común en todo el mundo. A pesar de que el móvil es necesario en muchos trabajos, la realidad es que muchas personas acaban padeciendo lo que se conoce como nomofobia o adicción a los móviles.

La nomofobia, un problema común del uso excesivo del móvil

Seguramente en alguna ocasión hayas experimentado miedo al no tener el móvil en tus manos. Pues bien, la nomofobia se trata de la vivencia de un miedo irracional a estar sin móvil, un hecho que afecta tanto a adultos como a niños y a jóvenes. Esta dependencia del móvil está relacionada con personas que normalmente sufren baja autoestima o son introvertidas, por lo que presentan mayores problemas a la hora de relacionarse.

Según un estudio de la empresa Puntronicm, los españoles pasan usando al móvil una media de 3 horas y 15 minutos. En apenas un mes y medio, este uso excesivo del móvil se ha disparado más de un 55 % hasta las 5 horas y 5 minutos, sin tener en cuenta que la franja de edad de los 16 a los 25 años tienen una media de 6 horas y 5 minutos.

Además del uso excesivo del móvil, un 50 % de los españoles llega a mirar el móvil una vez cada 5 minutos y un 80 % reconoce que es lo último que ve al acabar el día e irse a dormir y lo primero que consultan por las mañanas al despertarse.

Nuevas patologías relacionadas con el uso excesivo del móvil

Además de la nomofobia, en los últimos años se han ido descubriendo nuevas patologías relacionadas con el uso excesivo del móvil. Entre ellas:

1. Fomo: este acrónimo viene del inglés fear of missing out que significa miedo a perderse algo. Está relacionado sobre todo con las redes sociales y la sufren el 70 % de los usuarios. Quienes padecen este síndrome tienen una necesidad constante de mantenerse conectados e informados. Otra manifestación del Fomo consiste en sufrir ansiedad por no tener el smarthphone más nuevo del mercado.
2. Vibranxiaety: también conocida como vibración fantasma. Se trata de un error del cerebro que está alerta a las señales exteriores, y que tiene como origen la obsesión o dependencia por el sonido o vibración de nuestro móvil; es decir, pensamos que hemos oído sonar o vibrar nuestro móvil cuando no lo ha hecho.
3. Insomnio tecnológico: la luz azul que emiten los aparatos electrónicos inhibe la secreción de melatonina, la hormona que favorece la conciliación del sueño. Por esta razón aparece el insomnio.
4. Phubbing o Ningufoneo: este término hace referencia a ningunear o ignorar a otros y el entorno donde se encuentran por estar concentrados con el móvil.
5. Tendiditis en los pulgares y otras lesiones: teclear mensajes durante horas en el móvil también tiene consecuencias. Además de los dedos, también aparecen dolores de cuello, brazos y espalda.
6. Daños en los ojos: mirar una pantalla retroiluminada daña la retina de forma progresiva, además de producir sequedad.

¿Cómo puedo desengancharme del móvil?

Aunque en muchas ocasiones creamos que no somos capaces de evitar un uso excesivo del móvil, la realidad es que sí. Puntronic nos ofrece algunos consejos a la hora de desengancharnos de nuestro amigo tecnológico:

1. Desactiva las notificaciones de redes sociales, mensajes, aplicaciones y ponte un horario limitado para consultarlo.
2. Pide a tus familiares y amigos que si hay algo urgente nos llamen en lugar de enviarnos mensajes.
3. No tengas el teléfono en la mano cuando estemos estudiando o vayamos al baño.
4. Deja de utilizar el móvil al menos dos horas antes de ir a dormir.
5. Aparta el móvil de la mesa en desayunos, comidas y cenas.
6. Realiza otro tipo de actividades que sustituyan al móvil, por ejemplo, sal a dar un paseo.
7. Mantén una postura correcta para no dañar las cervicales ni los músculos.
8. Carga tu móvil en una habitación diferente a la que estés.

“No se trata de temer a la tecnología, tan necesario en estos momentos y en el futuro, sino de aprender a hacer un uso responsable y consciente para no llegar a depender totalmente de ella o, incluso, tener problemas físicos por un uso excesivo”, señala Rosa Alsina, responsable de Puntronic.