5 consejos para introducir el deporte en tu vida diaria

Conocemos perfectamente la importancia que tiene el deporte para nuestra salud. Los médicos, los expertos, incluso los psicólogos nos advierten sobre la necesidad de implementar una mayor actividad física en nuestra vida diaria para contribuir a un buen funcionamiento de nuestro estado mental, de nuestra salud digestiva, para el fortalecimiento de nuestra musculatura o para nuestra salud cardiovascular.

Pero. Siempre hay un pero cuando intentamos introducir hábitos de deporte en nuestra vida cotidiana, sobre todo si no aprendimos desde pequeños a mantener rutinas de actividades físicas. Cuando somos adultos, se nos hace más cuesta arriba y podemos llegar a 'tirar' de muchas excusas más que válidas, como el famoso "con el trabajo no tengo tiempo", "me duelen las rodillas", "sola/o no me motiva" o "llego muy cansada/o, solo quiero desconectar".

5 consejos fáciles para introducir el deporte en tu vida

Sí, todo lo antes mencionado es cierto, pero con estos consejos podrás ponerles fin a esas excusas y pronto estarás realizando más actividad física de la que te imaginas y ayudando a tu salud de forma muy positiva.

Construye un objetivo

Generalmente, cuando pretendemos introducir el deporte en nuestras vidas, lo hacemos motivados por objetivos no siempre realistas, como correr una maratón de buenas a primeras, adelgazar una gran cantidad de kilos o de repente convertirnos en Maradona. No estamos diciendo que eso no vaya a ser posible, pero llega a la larga y con el trabajo constante. Estamos acostumbrados a la satisfacción inmediata, y si no la tenemos nos frustramos, por eso es mejor ir construyendo un gran objetivo, con otros más pequeños.

Por ejemplo, nuestro primer objetivo puede ser el de sacar 30 minutos al día para realizar una actividad física, como caminar, alguna clase de yoga o boxeo , o coger una bici y pedalear. Poco a poco nuestro cuerpo empezará a estar preparado para más y nos será más fácil adquirir retos más ambiciosos.

Igual correr no, pero sí jugar en algún equipo

Hay quienes prefieren hacer deporte en solitario y otros que solos no se encuentran motivados. En este caso, puede ser ideal apuntarse a algún equipo de barrio, ya sea de baloncesto, fútbol, rugby o cualquier otra actividad que se realice en equipo. Poder socializar, competir con otros y tener un día a la semana en la que hagamos una actividad diferente, puede llegar a motivarnos más que madrugar para salir a correr.

Nuestro cuerpo puede dar más de lo que imaginamos, pero no hay que abusar

Lo más importante para mantener una rutina es saber superar los primeros días de 'dolor'. Las agujetas o la fatiga hacen que nuestro cerebro nos pida, más bien dicho, nos exija parar y dejar de realizar esa actividad tortuosa a la que nos estamos forzando. Los primeros días, pero sobre todo los primeros minutos de ejercicio son los que tenemos que conquistar. Una vez pasemos esa barrera del dolor, será nuestro propio cerebro el que nos pida más.

Nuestro cuerpo es capaz, y está preparado, para rendir mucho más de lo que pensamos. Pero es importante ir poco a poco para evitar lesiones o hacernos daño y que eso nos haga rechazar el deporte o verlo como malo. Empieza despacio y ve aumentando, exigiéndote un poquito más cada día. También es importante que recompenses tus victorias, por pequeñas que sean, eso sí, no con días de descanso, sino con un baño caliente u otra actividad que te haga sentir bien.

Prueba por 30 días, y si no, te devolvemos el dinero

Como si de una suscripción se tratase, debes realizar alguna actividad deportiva a diario durante 30 días seguidos. Si fallas uno, vuelve a empezar de cero. Esto es porque a partir de esos 30 días tu cuerpo empezará a acondicionarse e incluso a necesitar esa actividad. Tus músculos 'despertarán', los procesos químicos beneficiosos se pondrán en marcha y tu cerebro aprenderá a que eso que haces es bueno, y además le gusta.

Es un momento para ti

Está más que demostrado que el deporte nos ayuda a mantener una buena salud mental. Eso es porque nos ayuda a oxigenar nuestro cerebro y músculos, y contribuye a los procesos químicos que se realizan a nivel cognitivo, como la segregación de dopamina y serotonina. También porque podemos tomarlo como nuestro momento de desconexión del mundo, un momento en el que nos ponemos nuestras canciones favoritas mientras damos un largo paseo, o no pensar en nada mientras hacemos unos largos en la piscina.