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La Navidad es una época que viene pisando fuerte, y aunque se supone que comienza el día 24, la realidad es que las cenas, comidas y juntas se vienen celebrando desde mediados de Noviembre.
Los eventos sociales en los que el pico no para y el codo no cesa de levantarse para alzar las copas acaban pasando factura a nuestro organismo.
Pero tranquilo, no temas, que no queremos que dejes de disfrutar de esta época tan especial llena de jaleo y reencuentros tan necesarios con todos los nuestros, pero lo que si pretendemos es que lo pases de una forma más saludable, sin pretender cortar ese halo de felicidad y buen rollo tan propio de la época.
La Navidad se puede disfrutar sin dejar de lado la salud
Es por ello, que para no dejar de disfrutar de la Navidad, la Boticaria García nos ha regalado unos consejos muy sencillos de seguir para que las comidas, cenas, meriendas y sobremesas no nos pasen factura en enero de 2025.
Así, la nutricionista, que ha participado en el capítulo 52 de 'Tampoco es el fin del mundo', nos cuenta en cinco pautas como la Navidad se puede celebrar sin tener que excederse por ser una fecha tan especial.
- El problema no es la época, sino alargar los excesos. Es por ello que la experta explica que hay que reconocerlos y ser conscientes de que no pueden convertirse en nuestro menú diario durante lo 365 días que vamos a comenzar, porque en caso de ser así, debemos de pedir ayuda a los profesionales.
- Los entrantes en Navidad van sin límites, eso no puede ser, porque una vez que nos sentamos a la mesa, es un no parar de comer, y después la comida real, por lo que en muchas ocasiones la gente ya ha comido sin tener cuchillo, tenedor o cuchara, por lo que limitar los canapés, en vez de poner cincuenta mil cosas, escojamos un buen jamón o un buen queso, y fin.
- La experta en nutrición también dice saber mostrar a nuestra mente la realidad de la mesa, por lo que aconseja no recoger los platos, ya que según diversos estudios, al quitarlos asumimos que acabamos de empezar por lo que nuestro paladar mental nos pide más. Claro que esto no quiere decir que tengamos la mesa llena de cosas, sino jugar un poco con nuestro apetito cerebral y darle a entender que comer por comer o porque hay mucha más comida no es la opción correcta.
- Para los postres, lo natural, los postres de la abuela y el turrón que se supone es algo que solo se come en Navidad, dejando de lado las grasas trans que aporta la bollería industrial. Si la abuela no hace postre, no compremos por comprar cuando en realidad vamos a consumir polvorones, más no significa mejor.
- La Navidad se pasa en familia, y seamos muchos o unos pocos, un buen paseo, dentro de las posibilidades, nos hará bien a todos. Además, la experta detalla que tras una buena comilona, bajar la curva de glucosa es muy importante, porque nos hace todo más llevadero.
Caminar si es posible y no juzgar ni al de enfrente ni al de al lado
Y un consejo extra para esta Navidad es que dejemos de ser el pepito grillo pero en versión cuñado que vigila y critica lo que come el resto sin mirarse al espejo. Dejemos de lado los comentarios sobre el físico del primo y la comida. En estos días de reunión, de paz y de buen rollo, no vayamos a estropear las comidas familiares con comentarios que ni nunca y menos en estas fechas, aportan absolutamente nada.
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