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El 70 % de la población sufre o ha sufrido alguna vez uno de los males más molestos y a la vez comunes del ser humano: las contracturas de cuello. Causadas por una mala postura, por un exceso de tensión o por una sobrecarga física, son algo que suele aparecer tarde o temprano en nuestras vidas y que nos obliga a colocar la cabeza de las formas más insospechadas para paliar el dolor.
¿Cómo pueden quitarse estas contracturas? Hay quienes aseguran tener trucos mágicos para acabar con ellas, pero la realidad es que la medicina es la que más puede iluminar en este frente. A ella hemos recurrido para traer estos consejos y técnicas para acabar con las contracturas de cuello.
Trucos y consejos para quitar una contractura del cuello
El consejo más habitual es aplicar calor sobre la zona dolorida. Se suele pensar que el frío es la mejor opción, pero este solo es aconsejable durante los dos primeros días tras una lesión brusca como un esguince. Las contracturas, al ser causadas principalmente por sobrecargas, se solventan con calor, aplicado siempre en periodos de unos 15 minutos y varias veces al día.
Por otra parte, existen aparatos ideales para las contracturas de cuello. Los masajeadores son ideales y fáciles de usar, y además los hay específicos para este tipo de problema. Puedes encontrarlos en tiendas como Casa del masaje, con muchas opciones disponibles y listos para llegar a casa y empezar a usarlos. Son la mejor alternativa a los masajes manuales.
En caso de que el dolor de la contractura sea recurrente y molesto, también se puede recurrir al uso de analgésicos de aplicación local. Existen sprays o incluso cremas que son capaces de calmar dolores musculares y articulares, aunque no eliminan la raíz del problema. Calman temporalmente, por lo que pueden ser útiles en caso de tener que esperar a poder aplicar un remedio mejor.
Huelga decir que la realización de ejercicios de estiramiento y movimiento del cuello también ayuda. Puede seguir rutinas sencillas, con pequeños movimientos suaves y posturas concretas que poco a poco vayan liberando la tensión de la zona. Aunque es algo que debe hacerse con cuidado, porque una mala ejecución puede causar que el dolor vaya a más.
La última opción que vamos a brindar es probablemente la más costosa, pero también la más fiable: acudir a un profesional. Este podrá detectar al momento la zona exacta de la contractura y, con una sesión de masaje, acabará con ella por completo. No es la solución más rompedora, pero podemos asegurar que es la más eficaz de todas las que puedes tantear, es un remedio garantizado desde el primer minuto.
Dejando todos estos remedios a un lado, es muy aconsejable seguir buenos hábitos para evitar que aparezcan las contracturas. Es importantísimo dormir en una cama en buenas condiciones, usar una almohada en la que nuestro cuello se ajuste bien, evitar dormir boca abajo y, sobre todo, no levantar objetos pesados curvando la espalda.
Cada recomendación es vital para evitar este tipo de lesiones. No hay nada peor que un dolor de cuello, sobre todo cuando es algo que se podría haber sorteado desde el primer momento con las prácticas y costumbres adecuadas.
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