El coronavirus se pone serio: España cierra la Semana Santa a las puertas de una cuarta ola

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05/04/2021 - 11:46
Vacunación cuarta ola (Alejandro García - Alejandro García / EFE)

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Lo que venía siendo una lenta y sostenida subida en la incidencia acumulada de diagnósticos de Covid en España se está convirtiendo en un ascenso cada vez más decidido.

La tasa de contagios por coronavirus ha alcanzado los 149 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días en lo que ya comienza a dibujar, cada vez con más claridad, una cuarta ola epidémica.

Madrid y Navarra (255 y 266, respectivamente) se sitúan en una incidencia que está ya en el nivel de riesgo muy alto del semáforo de Sanidad.

La cuarta ola sigue cogiendo forma

La segunda Semana Santa consecutiva marcada por la pandemia del coronavirus ya ha concluido, ahora las comunidades autónomas se preparan para una posible cuarta ola que llegará a lo largo de este mes de abril.

75.698 personas han perdido la vida por culpa del virus desde el inicio de la crisis sanitaria, una cifra que supone 157 fallecidos de media cada 48 horas.

Pedro Sánchez no ha hecho todavía ningún anuncio para hacer frente a esta amenaza inminente. Ni cambios para hacer más eficaces las medidas de control de la transmisión del virus, ni nuevos controles en los aeropuertos, ni alguna idea imaginativa para incrementar el ritmo de vacunación, ni una partida extraordinaria para los investigadores que desarrollan vacunas casi sin medios en nuestro país... Nada.

Solo ha dicho que seguirá en vigor hasta el 9 de mayo el mismo estado de alarma delegado a las comunidades autónomas que no ha impedido que la tercera ola haya sido la más demoledora de las sufridas hasta ahora por nuestro país en esta pandemia.

Lo más probable es que la vacunación no haya avanzado lo suficiente para frenar esta cuarta ola inminente porque seguimos sin copiar las prácticas de los países más avanzados en la inmunización.

Todo parece apuntar a que tampoco este año habrá una temporada veraniega normal

Y que, con ello, se desvanecen las esperanzas de que haya una recuperación del turismo.

La clase política sí parece anestesiada frente al dolor y sufrimiento causado por la pandemia, a la ruina económica y al fracaso de miles de proyectos personales tras años de arduos esfuerzos. Solo así se explica que los grandes partidos, cuando más necesario sería que apartasen sus diferencias y antepusieran el bien común, solo logren llegar a acuerdos para repartirse los sillones en instituciones y organismos que deberían ser ajenas a las componendas políticas.

Esta cuarta ola tendrá algunas peculiaridades respecto a las anteriores

La primera, es que llega con las vacunaciones más avanzadas que nunca, aunque aún lejos, al menos en el caso de España, de los objetivos planeados. Esto significa que la nueva ola afectará menos a los colectivos más vacunados, es decir, los más vulnerables.

La segunda particularidad es que esta será la primera ola en la que la cepa británica del virus sea la dominante. Prueba de ello es que hace un mes la variante B.1.1.7 solo era dominante en Galicia y ahora lo es en 16 de las 17 comunidades.

Hay lugares como Asturias (99,6 %), Cantabria (95,3 %), Galicia (92,04 %) o Navarra (91,83 %) donde la cepa británica es prácticamente la única.

El problema es que la cepa británica es "hasta un 70 % más infecciosa, y ahora también sabemos que es un 50 % o 60 % más mortífera", dice a El Mundo el doctor Joan B. Soriano, neumólogo del Hospital Universitario de La Princesa y la Universidad Autónoma de Madrid. La buena noticia es que las vacunas que se están empleando son efectivas contra la variante.

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