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El coronavirus irrumpió en el mundo dando lugar a la peor pandemia y a la peor crisis sanitaria del siglo. Con más de 26 millones de personas infectadas y más de 874.000 fallecidos en el mundo, España cuenta con 30.000 en España, y en apenas 6 meses, lo que supone el 11% de fallecidos más que en todo el 2019.
Desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han publicado un informe realizado por más de 300 grupos de investigación de 90 centros adscritos.
Estos han recopilado todas las características y aspectos del coronavirus: prevención, enfermedad, contención y diagnóstico, tratamientos y vacunas e impacto social.
El objetivo de esta investigación exhaustiva del coronavirus es poder encontrar soluciones a corto, medio y largo plazo
Estos son algunos de los aspectos que se señalan en el informe del CSIC sobre lo que se sabe del coronavirus:
El mayor riesgo de muerte de la enfermedad lo presentan las personas mayores de entre 60 y 69 años y en los mayores de 80
Por otro lado, el informe señala que el pronóstico de la enfermedad es bastante peor en hombres que en mujeres, mientras que la frecuencia de casos para cada sexo es similar por cada 1.000 personas.
Con respecto a la mortalidad, por millón de personas del mismo sexo, para las mujeres de todas las edades es la mitad que la masculina.
Pero aún hay que seguir investigando sobre la enfermedad. Aunque las vacunas que más rápido lleguen al mercado serán, probablemente, las más eficaces, con el transcurso del tiempo llegará la segunda y tercera generación que funcionarán mejor, ya que entonces se tendrá más conocimiento sobre la respuesta inmune.
La transmisión sigue siendo un incógnita
Cómo la capacidad de contagio aérea del coronavirus aún no es clara, el CSIC pide guardar la distancia de seguridad, usar mascarillas FPP2 o N95 en ambientes cerrados y centros de trabajo, y recomienda una mejora de los sistemas de circulación del aire con filtros especiales en lugares cerrados.
Según el estudio, un 44% de los pacientes que han transmitido el virus, lo hacen durante el periodo presintomático, es decir, hasta 2-3 días antes de mostrar los primeros síntomas.
El CSIC dice que, al parecer, la mayor capacidad infectiva se alcanza justo antes de mostrar los primeros síntomas, lo que quiere decir que se puede dar la transmisión del virus antes de que el sistema de salud los detecte.
Además, los investigadores apuntan que el coronavirus tiene tanta transmisión gracias a los supercontagiadores, los cuales son capaces de contagiar a muchísimas personas.
Al contrario de lo que ocurre en otras enfermedades infecciosas, con el coronavirus se estima que un 10% de los infectados contribuye con el 80% de las transmisiones.
A esto se añade el hecho de que el alto número de asintomáticos del COVID-19, también ayudan a transmitir la enfermedad antes de que sean detectados.
Con respecto a los niños, el CSIC señala que presentan un cuadro menos grave que los adultos, y que un alto número son asintomáticos, pero tampoco está clara su capacidad de infectar en comparación con los adultos.
Según los últimos estudios epidemiológicos, se estima que es poco frecuente que los niños infecten a otras personas, siendo más probable que sean los adultos los que realicen la infección a los niños.
El CSIC recomienda en su informe realizar PCR a todo aquel que presente síntomas, y además tener los resultados en 24 horas para proceder con un rastreo inmediato, gestionar la situación y los diagnósticos en la atención primaria y no en los hospitales, todo para frenar contagios.
Prevención: cuando debemos evitar trastocar la naturaleza
Con respecto a la prevención, el CSIC recuerda que el virus se originó por zoonosis. Esto quiere decir que un patógeno saltó de una especie animal a la nuestra.
Además advierte de que los mercados de animales salvajes tan comunes en Asia y Oriente ayudan a que se originen estas infecciones. Los investigadores ven como "esencial" contar con instrumentos de regulación a escala internacional.
Por otro lado, alertan de que en la industria agroalimentaria, en la que hay mucha gente que trabaja en un contacto estrecho dentro de un entorno cerrado, cuenta con mayor riesgo a los brotes.
Estas medidas no solo se dirigen al coronavirus, sino que también se refieren al cambio climático, pues favorece la aparición de epidemias como el zika o la gripe aviar, cosa que, según lo expertos, debería estudiarse con el fin de evitar y combatir futuras pandemias y así "consolidar una sola salud global que proteja a la vez ecosistemas, fauna y humanos".
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