¿Cuál es el mejor secreto para comerse unas buenas croquetas?

Las croquetas son una de las obras maestras de nuestra gastronomía. Sin embargo, debemos aclarar que su origen real se encuentra en Francia. Con el paso del tiempo, en España hemos aprovechado a meter en esas bolas de bechamel infinidad de ingredientes. La diferencia de una croqueta hecha en casa a una croqueta industrial si se nota pero, sin embargo, en muchos establecimientos, nos la suelen vender como “casera” o “especialidad de la casa”. Aunque este sea alguno de vuestros casos, prometemos que os vamos a guardar el secreto.

¿Cómo hacer unas croquetas desde casa?

Debemos saber si nuestros comensales son más de croquetas líquidas o de croquetas sólidas. Si tenemos un público exigente, lo mejor será apostar por unas croquetas sólidas.

• 50g de mantequilla
• 50g de harina
• 400ml de leche (para hacerlas líquidas debemos echar un poco más de leche).

¿Cómo se prepara la bechamel?

• Derrite la mantequilla en un cazo, a fuego bajo.
• Antes de que esté completamente líquida y que corras el riesgo de que se te queme, agrega el harina para que se tueste un poco. Tostar no significa que quede negra ni dorada, es simplemente, un poco para que las croquetas no queden con gusto a harina cruda.
• Revuelve constantemente el roux (como los entendidos llaman al mezclar harina y grasa para hacer salsas base). Las abuelas de brazos fornidos sugieren que debes revolver durante 10 minutos.
• Agregamos la leche poco a poco y removemos bien hasta que se incorpore plenamente.
• Aquí puedes subir a fuego medio hasta que los ingredientes estén bien ligados. Pero no dejes que hierva, si lo hace… tendrás que volver a empezar.
• Recuerda que mientras esté caliente, la bechamel estará más líquida que cuando esté fría. Así que no te asustes si no tiene la consistencia esperada.
• La bechamel estará lista para croquetas cuando, al revolver, se desprenda sin problemas de las paredes del cazo. Aléjala del fuego y continúa revolviendo si está por hervir (comienza el típico “chup, chup”).

¿Qué hacer tras la bechamel?

Tras la bechamel, debemos pensar en hacer la mezcla con huevo y pan rallado y darle forma. Las croquetas pueden ser largas o más circulares. A partir de ahí queda la parte más fácil. Poner la sartén a 180 grados y empezar con el juego de freír estas maravillas.

¿Por qué podrían no salirnos bien?

• No has usado aceite bueno y caliente
• No has hecho una buena masa
• Son unas croquetas demasiado grandes
• Has abusado del empanado
• El aceite no ha tenido una temperatura estable
• El relleno no es ni bueno ni generoso

¿De qué se suelen preparar las croquetas?

• Croquetas de jamón
• Croquetas de pollo
• Croquetas de cocido
• Croquetas de bacalao
• Croquetas de queso
• Croquetas de atún
• Croquetas de boletus

¿Las croquetas caben en cualquier sitio?

No hay estudios sobre ello pero, creo, sin temor a equivocarme que es difícil que alguna persona rechace alguna fuente de croquetas si se le ofrece una oportunidad. Da igual en casa, en una cena, en un banquete… Siempre va a haber croquetas.