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Los científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) están trabajando en un plan para reconstruir y permitir que se vuelva a cultivar plátanos, estudiando cómo el volcán de La Palma afectó a la zona e investigando la forma de construir en el área afectada por la lava en el futuro.
Hace casi tres años, el volcán de La Palma entró en erupción y mantuvo en alerta a todo el país durante 85 días. La lava quemó más de 1.300 casas y alrededor de 180 edificaciones agrícolas.
Exploración del suelo volcánico para la regeneración de cultivos de plátanos
La vida, con su inquebrantable tenacidad, parece encontrar caminos incluso en los entornos más inhóspitos y desafiantes. Esta realidad ha sido demostrada por los científicos del CSIC en un proyecto colaborativo que involucra a instituciones tanto nacionales como internacionales. En este estudio, se centran en explorar el suelo volcánico de La Palma, una isla que ofrece un escenario único para la investigación científica debido a su actividad geológica y condiciones extremas en las que se perdieron casi un 40 % del cultivo de plátanos.
Los expertos se sumergen en el terreno, llevando a cabo minuciosas observaciones y análisis, con el objetivo de estudiar los sutiles cambios de tonalidad en los sustratos volcánicos. Estas variaciones en la pigmentación del suelo proporcionan valiosas pistas sobre la presencia y la salud de la materia orgánica en el ecosistema. En particular, los científicos están interesados en identificar los puntos donde la degradación de la materia orgánica ha alcanzado niveles significativos, llegando incluso a ser total.
Este proceso de investigación implica una labor de campo, donde los científicos recorren el terreno con bastante atención, utilizando una combinación de métodos y tecnologías especializadas. La detección precisa de áreas donde la destrucción de la materia orgánica es más pronunciada proporciona información crucial sobre cómo los organismos vivos, incluyendo plantas (como plátanos) y microorganismos, responden y se adaptan a condiciones extremas.
Hay señales de vida
Todo indica que no hay señales de vida, pero en realidad sí las hay. A pesar de la devastación causada por la lava, se pueden encontrar las primeras pruebas de que la vida está resurgiendo de manera natural y espontánea, como los plátanos.
Los científicos investigan el comportamiento de los primeros microorganismos. Estos pioneros serán los que eventualmente faciliten el desarrollo de la vida e incluso la construcción en ciertos terrenos donde la temperatura lo permita.
Su labor consiste en identificar los peligros para así construir con las máximas garantías. Un futuro que no está tan lejano como parece. Prueba de ello son las reconocidas plantaciones de plátanos canarios.
En los bordes de la colada de lava, están surgiendo las primeras plantas. Sus cultivos han devuelto gran parte del paisaje a su característico color verde. Con la mirada puesta en el suelo y en el futuro, los científicos calculan que en dos años este paisaje inhóspito podría transformarse significativamente y se podrá volver a disfrutar también de sus plátanos canarios.
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