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El jardín de tu casa es un pequeño espacio paradisíaco que está al alcance de tus pies todos los días. Sin embargo, mantener el paraíso como tal no es un trabajo de los dioses, sino de uno mismo. Por eso, aquí te ofrecemos una serie de consejos para cuidar al máximo tu jardín. ¡Mantén tu propio edén como el de verdad!
Consejo 1: En tu jardín hay seres vivos. Nútrelos
El jardín está lleno de plantas o flores, que se nutren de la madre tierra. Pero eso no es suficiente, debes darle un cuidado específico como si de tu mascota fuera. Las plantas, sean del tipo que sean, necesitan agua constante. Claro está que debes ser precavido con las cantidades. Igual que cuando bebes llega un momento en que tu estomago dice «¡para, no puedo más!», las plantas también se sentirán mal con agua en exceso. Investiga bien lo que necesita cada tipo de planta y aprende a medir cantidades. Recuerda: tus plantas no son muebles, son seres vivos.
Consejo 2: Si el jardín no lo quieres muerto, abono para tu huerto
El abono, junto con el agua, es otro básico en el cuidado del mundo vegetal. Al igual que la cantidad de agua, debes tener cuidado con la dosis que colocas. A mayor número de plantas, mayor cantidad de abono requerirá. Es recomendable que por lo general coloques el abono entre la primavera y el otoño, ya que en invierno empezarán a necesitar más nutrientes.
Consejo 3: Cuidados para cada estación del año
Recuerda que, aunque sean seres vivos, las plantas no son como las mascotas o los humanos. Sus necesidades varían mucho dependiendo del tipo y de la estación del año. ¡Especialmente vigila las que den fruto! Quizá pienses que la primavera es el momento estelar de tu jardín, pero eso será en función de lo que hayas sembrado. Habrá flores que nazcan en primavera y habrá frutos que darán la luz en invierno. Sé consciente del tipo de paraíso que quieres tener, y de cuándo estará en su máximo esplendor. Investiga bien cuáles son sus cuidados y obtendrás los mejores frutos (¡y si no, a intentarlo el año siguiente otra vez, todo es práctica!).
Consejo 4: Prima su limpieza: ofréceles todas las comodidades
Además de nutrirse, tu jardín necesita una buena higiene. Debes prestar atención a todos los elementos. Por una parte, debes cortar el césped en su justa medida durante todo el año. Por otra parte, debes cortar las propias plantas, ya que, por ejemplo, algunos extremos que hayan quedado grandes podrían acabar dañando a otras plantas. Para todo esto, necesitas escoger una buena maquinaria (sí, hacerlo con las manos es agotador y nada beneficioso para ambos). Cortacéspedes, sierras, tijeras de poder, etc. Elige bien la que se ajuste al entorno que has construido y úsalas bien. Más allá de que tu paraíso tenga una buena estética general, las propias plantas te agradecerán que tanto ellas como su «casa» estén en perfecto estado.
Consejo 5: ¡Alerta, bichos! Máxima precaución con las plagas
Regar, podar, nutrir, etc. Quizás a veces realizar estas actividades para cuidar tu jardín puede darte pereza; es normal, cuesta mantener un lugar que no sólo requiere pasar el aspirador. Sin embargo, aun así, estas tareas, en la medida de lo posible, dependen de tus propios medios. Lo que no puedes controlar es el peor enemigo de tus esfuerzos: las plagas. Debes comprar buenos productos como repelentes o bactericidas para que tu intento de mantener el edén no haya sido en vano. ¡No tengas miedo a echarle químicos! La naturaleza ha sobrevivido sin ellos, pero eso no quiere decir que debas seguir el curso de esta en tu propio jardín. Tus plantas una vez más te lo agradecerán.
Consejo 6: No compares tu trabajo con el de tu vecino
Se dice que «el césped siempre se ve más verde del otro lado». Podría ser verdad o no. Pero eso dependerá de tu trabajo personal. Es común que miremos al jardín de nuestro vecino, o el de revistas que son «perfectos». Está bien mirar y hacernos a la idea de cómo podría verse. Pero no debes obsesionarte con que tu jardín no tiene la calidad del otro. Tu jardín es tuyo; si te has esforzado en trabajar en ello, debes estar orgulloso. Después de todo, es tu paraíso; si te sientes cómodo ahí, ¿qué más da su aspecto? Si acaso debes preocuparte de decorarlo como quieras: con una piscina, con tumbonas, con sillas. ¡La idea es disfrutar de tu momento de relax en tu Caribe (sin arena) personal!
Consejo 7: La planificación y la investigación son tus aliadas
Es indispensable que tengas todo lo anterior en cuenta, pero para poder sacarle el máximo partido es necesario planificar. Puede parecer algo simple, pero si eres primerizo en cuidar este tipo de seres vivos, es probable que te hagas un lío al principio. Por eso, es aconsejable que prepares todo previamente y hagas listas de los productos que necesitas, de los gastos económicos que conllevará, etc.
Pero, además, si es tu primera vez, no puedes hacer todo a ciegas. ¡Debes investigar! Consulta guías o pregunta a expertos; debes estar seguro de que harás las cosas de la mejor forma posible (sean cuales sean los resultados finales). Los consejos previos son solo eso, consejos. Hay mucho trabajo de mimo detrás, así que recuerda: para lograr llegar al paraíso, primero hay que pasar por el purgatorio.
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