3 cuidados básicos, y diarios, para los genitales femeninos

Internet es la fuente más grande de conocimiento y a la vez la más profunda es desinformación. Actualmente, existe un gran desconocimiento sobre el cuidado de los genitales femeninos y la forma más adecuada para mantenerlos sanos con hábitos diarios. Este desconocimiento alimenta una cantidad de mitos y falsos remedios caseros que pueden poner en grave peligro la salud de nuestra vulva y vagina.

Para acabar con este desconocimiento, desde el medio Infosalus.es se pusieron en contacto con la especialista en Ginecología y Obstetricia del Institut Català de la Salut, Lorena Serrano. Esta profesional de la salud, ha publicado recientemente su primer manual de cuidados para la salud de los genitales femeninos bajo el título: ‘Conócete bien, cuídate mejor. La guía definitiva para que toda mujer descubra su cuerpo’. En el da una serie de recomendaciones y acaba con mitos para evitar daños.

3 claves para el cuidado adecuado de los genitales femeninos

“La primera vez que me planteé realmente por qué en general la sociedad tiende a maltratar los genitales fue cuando una paciente me explicó que se ponía bicarbonato (también me han hablado de sustancias más irritantes y corrosivas) para mantenerla limpia; algo que está totalmente contraindicado y cuyos riesgos pueden superar los supuestos beneficios”, resalta la doctora en la entrevista.

Ante esta situación preocupante sobre el cuidado de los genitales femeninos, que la propia experta reconoce como una asignatura pendiente para las mujeres, señala algunos aspectos importantes a tener en cuenta en la higiene diaria para todas nosotras, para mantener tanto la vulva como la vagina totalmente sanas y evitar enfermedades recurrentes como la candidiasis, o tener riesgos a otras mayores como el cáncer de útero.

Microbiota vaginal

Lo primero que debemos saber sobre los genitales femeninos es que se componen de dos partes: la externa (vulva) y la interna (vagina). Cada una de estas zonas tiene características propias que deben de tomarse en cuenta. Empezando por la vagina, Lorena Serrano explica que “Es pirolítica, se limpia sola, tiene su propia microbiota. Es autosuficiente, y la capacidad de regularse sin tu ayuda”.

Sin embargo, es precisamente la microbiota de la que tenemos que estar pendientes, ya que es la base de nuestra salud vaginal. “Ni ponerse bicarbonato, ni hacerse duchas vaginales, ni frotarse con toallitas como si no hubiera un mañana”, insiste esta especialista y compara todas estas acciones como “un tsunami que arrastra nuestra microbiota vaginal”. Si nuestra microbiota está desregulada, es más fácil caer en enfermedades como la candidiasis u otras infecciones internas.

“Es mejor no tocar vagina y cambiar otros hábitos como fumar, que perjudican enormemente, y probar, aparte del tratamiento de la infección, probióticos que reforzarán la población de bacterias buenas que nos protegen”, remarca ante la posibilidad de tener cronificadas este tipo de enfermedades infecciosas.

Hidratación

Centrándonos más en la zona de los genitales femeninos exteriores, hay algo que tenemos que tener muy presente: la hidratación. “¿No te pones crema hidratante en el cuerpo?¿Por qué no en la vulva?", señala la experta y añade que esto es necesario porque "con la pérdida de estrógenos en la menopausia, la mayor parte de las mujeres padecen lo que se conoce como síndrome genitourinario, una atrofia de las mucosas de la zona genital, que da lugar a picor y a sequedad".

También puede generar "molestias en las relaciones, y va empeorando a medida que avanza la edad. Si no nos ponemos a tratarlo a la larga dificulta mucho la calidad de vida de la mujer y de sus relaciones sexuales”. Si todavía no hemos llegado a esa etapa, tampoco es pronto para empezar a cuidarnos. “No hace falta nada super glamuroso para que sea efectivo. Por ejemplo, los ungüentos para bebés funcionan perfectamente bien para la piel de la vulva", recomienda Serrano.

Vello púbico, ¿Sí o no?

Existe un enorme debate sobre si el vello púbico cumple una función necesaria en el cuidado de la vulva y vagina o si se puede llegar a prescindir de él. “Depende de cada mujer. Es un tema estético, y hay que escoger lo que se prefiera", señala en este caso la especialista.

Sin embargo también añade que: "El vello púbico tiene su función, y por ejemplo, evita la fricción en las relaciones, así como las infecciones de transmisión sexual, regula la temperatura de la zona, mantiene la humedad, aumenta la sensibilidad durante las relaciones; pero si la mujer se depila porque se siente mejor que decida lo que prefiera”.

Lo que sí señala como clave para un buen cuidado de los genitales femeninos es el evitar métodos de depilación que sean irritantes, generen micro abrasiones o que acaben provocando foliculitis, o inflamación de los folículos pilosos. También señala no olvidar hidratar la zona una vez depilada.