¿Pueden multarnos por dejar el motor encendido?

La idea de dejar el motor encendido, habitualmente para paradas cortas, viene por el mito de pensar que se ahorra combustible al dejar el motor en ralentí, una teoría sin fundamento y con estudios que la desmienten. Aun si fuera cierto, escoger unos céntimos por encima del vecindario y de emitir CO2 a la atmósfera no casa bien con la lucha por parar el cambio climático y mejorar la salud y el bienestar, ambos Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030 de Naciones Unidas.

Dejar el motor encendido atenta contra el medio ambiente

Tráfico introdujo las faltas medioambientales en su nueva Ley de Tráfico aprobada a principios de octubre. Si bien dejar el motor encendido atenta directamente contra el medio ambiente, no especifica una norma al respecto. Según el artículo 10.1, "el usuario de la vía está obligado a comportarse de forma que no entorpezca indebidamente la circulación, ni cause peligro, perjuicios o molestias innecesarias a las personas o daños a los bienes o al medioambiente".

Esto daría luz verde a sanciones a nivel estatal como la que, según recogía El Mundo el pasado mes de agosto, aplica el Ayuntamiento de Madrid, cuya Ordenanza de Movilidad Sostenible indica que "quien conduzca deberá apagar el motor desde el inicio del estacionamiento, aun cuando esté en el interior del vehículo". La falta por dejar el motor encendido supone una infracción leve y acarrea hasta 100 euros de multa en la capital, salvo para vehículos con etiqueta CERO emisiones de la DGT.

Así, la nueva Ley de Tráfico no especifica qué comportamientos son sancionables al respecto de dañar el medio ambiente, como sería dejar el motor encendido, por lo que su texto deja vía libre a la interpretación de los agentes de Tráfico para cada situación. A este respecto, la DGT especificó a mediados de septiembre al portal especializado en motor AutoBild que no figura entre sus intenciones multar por dejar el motor encendido. "Este concepto jurídico indeterminado, que no se justifica ni en la exposición de motivos ni en la memoria del análisis de impacto normativo, puede llevar al absurdo de no poder conducir un vehículo de diésel o gasolina en tanto que con la mera conducción se producen emisiones contaminantes y por tanto se puede considerar un daño al medio ambiente", justificaban al medio.

Con suerte, los coches diésel y gasolina tienen los días contados, concretamente en 2035 según la Comisión Europea. Hasta entonces, y a falta de nuevas noticias sobre una probable infracción por dejar el motor encendido, es cosa de los ciudadanos obrar al respecto. Si bien las grandes políticas y soluciones han de venir desde arriba -tan arriba como la conferencia mundial sobre cambio climático COP26 que se celebra estas semanas en Glasgow-, los gestos particulares suman para poner un grano de arena en la causa contra el calentamiento global.